Sala de Prensa

17/11/2009

Corte Suprema anula fallo de la Corte de Apelaciones de Concepción

La decisión -que permitirá reponer solicitud de nulidad de juicio oral- se tomó tras presentarse un recurso de queja, que abrió una ventana en un caso donde la Defensoría Penal Pública no ha dudado en utilizar todas las alternativas que el sistema ofrece para probar una inocencia.

Esta es una historia larga y compleja, como suelen ser la mayoría de las historias sobre delitos sexuales. Su protagonista es un padre que alega inocencia y que permanece privado de libertad, tras haber sido acusado de violentar sexualmente a su hija. Tras el juicio respectivo, en diciembre de 2008 el Tribunal Oral de Concepción declaró al acusado culpable, condenándolo a una pena de 5 años y un día.

El Defensor Local de Concepción, Álvaro Araya Fuentes, recurrió de nulidad ante ese fallo, pero la Corte de Apelaciones de Concepción se pronunció rechazando esa solicitud. Sin embargo, esa resolución tan desfavorable abrió la puerta a un escenario jurídico ‘inusual’, que mantiene la esperanza de volver a realizar el juicio.

Claro, porque tras el rechazo de la Corte penquista, la Defensoría Regional del Biobío interpuso un recurso de queja ante la Corte Suprema, con la ayuda de la Unidad de Estudios y el apoyo de la Unidad de Corte de la Defensoría Nacional. Era la última opción.

NULIDAD RECHAZADA Y ese camino dio sus frutos, porque el máximo tribunal del país solicitó un informe a los ministros de la sala que había rechazado la nulidad en Concepción. Tras escuchar a las partes y tener todos los antecedentes a la vista, la Suprema anuló la decisión de la Corte de Apelaciones penquista, lo que obligará a volver a escuchar los alegatos. Es decir, la posibilidad de lograr la nulidad del juicio está otra vez vigente.

Álvaro Araya destacó que lo importante es que el máximo tribunal del país confirma que es posible, a través de sus facultades disciplinarias, reponer la vista de una causa cuando hay falta grave. Y lo segundo, que la Corte Suprema reitera lo importe que es la fundamentación de cualquier decisión judicial, una de las razones por las que se dejó sin efecto la decisión de la Corte penquista.

Así, esta historia escribirá nuevos capítulos, ojala mejores de los que ha escrito hasta ahora y quizás ese cambio ya partió con el fallo de la Corte Suprema.

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