Sala de Prensa

22/12/2009

Georgy Schubert hizo positivo balance del trabajo de este año en la Región del Biobío

En la `Mañana de Noticias' de radio El Conquistador, el jefe de la Defensoría Penal Pública en Octava Región conversó sobre el rol institucional y la labor realizada en la zona durante 2009.

Diciembre es en esencia el mes de los balances. Es época de revisión y también de proyección. Bajo estas premisas y buscando sopesar el trabajo de la Defensoría Penal Pública en la región del Biobío, radio ‘El Conquistador’ invitó a sus estudio en Concepción al Defensor Regional, Georgy Schubert.

En una amena pero directa conversación, el abogado repasó el trabajo realizado en 2009. Ahí estuvo la labor con los adolescentes infractores de ley, la defensa prestada en casi 30 mil causas, la apuesta por crear conciencia en que hay errores que corregir y minimizar en el sistema penal, ejemplo de lo cual son la personas que han terminado en prisión preventiva  siendo inocentes, entre otros temas.

También hubo tiempo para la contingencia, para las preguntas sobre el combate a la delincuencia y sobre la seguridad ciudadana, que se ha transformado en parte importante de la discusión pública en tiempos de elecciones.

Schubert tuvo espacio para repasar el sentido de existencia de la defensa penal pública, porque es una realidad que aún hay personas que no conocen o no entienden el rol que cumple la institución. Por eso, aprovechando su presencia en este medio de comunicación y su cobertura, recordó que la tarea y el compromiso no es otro que prestar asesoría jurídica en materia penal a quien la solicite y en particular a quienes no tienen la capacidad económica para brindársela.

Tan importante como lo anterior fue lo planteado en torno al contrapeso que debe existir en la persecución penal. Es decir, así como el Estado tiene herramientas y medios para limitar los derechos personales a la hora de investigar y sancionar un delito, debe existir  un espacio para contrarrestar esa fuerza, evitando abusos y previniendo que justos paguen por pecadores. Por eso, dijo, “se necesitan profesionales del Derecho que puedan ejercer ese rol que es natural en cualquier sistema democrático, donde las personas son y deben ser tratadas como inocentes hasta que no se pruebe lo contrario”.

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