Sala de Prensa

27/01/2010

120 reos de la Sexta Región se capacitarán en oficios gracias a proyecto FNDR adjudicado por la DPP

El martes pasado, el Consejo Regional aprobó 60 millones de pesos para capacitar en oficios a internos de la zona.

Hace cinco años, un preso que estaba detenido por robo con violencia decidió dar un vuelco a su vida y gracias a un programa de capacitación que el FOSIS impartió en el Centro de Reclusión de Rengo, aprendió el arte de la talabartería. Hoy, Luis sigue preso, pero es capaz de mantener a su familia y tener incluso dinero ahorrado gracias a la venta de sus productos elaborados en cuero. Riendas, cinturones, rebenques y bolsos fabricados por Luis son distribuidos por sus parientes en distintos locales de la región. “Nunca más voy a delinquir, ahora tengo el conocimiento y las herramientas para tener con qué valerme y estar tranquilo yo y mi familia”, dice. Casos como el de Luis se replican en cada uno de los penales donde los internos tienen posibilidad de trabajar o aprender un oficio que les permita la reinserción social. Así lo entendieron la Defensoría Penal Pública y Gendarmería, que a través de una alianza estratégica postularon de manera inédita en el país a fondos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), destinados costear un programa de capacitación en oficios para 120 reclusos de las cárceles de Rengo, Peumo y Santa Cruz. La idea es licitar con entidades de educación técnica superior cursos de 120 horas, que entreguen a los internos la capacidad de auto emplearse cuando vuelvan al medio libre, de modo que eso les permita no reincidir en la comisión de delitos. Para el Defensor Regional, Alberto Ortega, la adjudicación de los casi 60 millones que implica este proyecto va en directa relación con la apuesta institucional de trabajar por la reinserción social de los imputados y condenados de nuestro sistema penal, pero también colaborar con la seguridad social, disminuyendo la posibilidad de reincidencia de aquellos que han pasado por los penales de la región. Ortega dejó claro, además, que este programa de capacitación en oficios dejó fuera la cárcel de Rancagua, pues al ser un penal concesionado, es la empresa SIGES la que debe entregar esta educación técnica a su población recluida, no así en los penales restantes, donde los reos no tienen ni la infraestructura ni la posibilidad cierta de obtener una certificación de una entidad de renombre que les permita cambiar sus vidas.
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