Sala de Prensa

03/03/2010

Mirando al sur

La siguiente columna de opinión, escrita por el asesor jurídico de la Defensoría Regional de Antofagasta, fue publicada por el diario El Mercurio de esa ciudad.

Es imposible sustraerse de la tragedia que vive nuestro país. Las fuerzas telúricas han arrasado y dispersado esfuerzos de años. Chile está dividido, incomunicado, postrado y caótico. ¿Cuán rápido hemos debido asumir lo vulnerables que somos?

En estos días he mirado, como nunca, hacia el sur donde tengo mis seres queridos y a donde vuelvo buscando el calor del hogar. Sé que en este sentimiento no estoy solo.

Más allá de comentarios periodísticos tendenciosos y de críticas políticas oportunistas, Chile enfrenta un sismo que no sólo afecta sus capacidades materiales sino también su capacidad para verse a sí mismo como una comunidad. Bastaron pocas horas para que la rabia y resentimiento contenidos se desbordaran. Chile se asemeja a esos organismos con sus defensas bajas que son campo propicio para la aparición de enfermedades oportunistas. Este terremoto nos ha desnudado, nos ha mostrado nuestras fortalezas y miserias. Es hora de pensar qué país, en realidad, estamos construyendo.

Voy a insistir en algo que he dicho muchas veces. Los países fuertes, no sólo ricos, se construyen sobre la base de la inclusión, la igualdad, el respeto y el reconocimiento del valor de todos y cada uno. ¿Somos un país fuerte? Probablemente vamos camino al desarrollo, pero sólo la justicia cotidiana nos convertirá en una comunidad en que la cohesión y lealtad social no sean una mera aspiración. 

En fin, creo en la naturaleza bondadosa del ser humano. Predico algo que se puede denominar optimismo antropológico. Como decía Albert Camus en su novela La Peste, “hay en el hombre más cosas dignas de admiración que de desprecio”. Quiero seguir pensando que es así.

Pero sin duda esa naturaleza humana debe ser alentada y apoyada por un Estado eficiente, capaz de responder con rapidez en las horas más difíciles. Si somos un país condenado a que se le venga abajo cien veces lo que con esfuerzo cien veces creó, me parece, que es hora de modernizar y mejorar sustancialmente la institucionalidad encargada de las emergencias.

Ignacio Barrientos Pardo, Asesor jurídico Defensoría Regional II Región.

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