Sala de Prensa

10/03/2010

Defensor Regional saluda a internas de cárceles de la Sexta Región por el Día de la Mujer

El pasado lunes 8, Alberto Ortega visitó los penales de Rancagua y Santa Cruz para celebrar con un trozo de torta y un abrazo fraterno de apoyo ante la angustia causada por un terremoto lejos de la familia.

167 mujeres permanecen tras las rejas las cárceles de la Sexta Región. Muchas de ellas madres, jefas de hogar, esposas e hijas para las cuales el pasado lunes fue una fecha especial, no sólo porque tras el reciente terremoto han sentido más que nunca la lejanía con sus familiares, sino porque han tomado el ejemplo de lucha de las mujeres que dieron origen a esta conmemoración para seguir sus vidas y -pese al cautiverio- seguir trabajando por sus familias y por su reinserción en la sociedad cuando terminen sus condenas. Por lo mismo, el Defensor Regional de O´Higgins, Alberto Ortega, visitó ese día a las internas de los penales de Rancagua y Santa Cruz. En el primer recinto la visita partió por el módulo de lactantes, donde se encuentran las 15 reclusas que viven su condena junto a sus hijos menores de dos años. Ortega dijo a las reclusas que “pese a lo complicado que han sido estos últimos días post terremoto, hemos querido venir a saludarlas en su día, principalmente para recordarles que no están solas, que afuera hay un grupo importante de personas preocupadas por ustedes , por su bienestar y por su justo proceso. La Defensoría, en particular, se mantiene alerta buscando nuevas posibilidades de brindarles herramientas para su reinserción y por cierto por el cumplimiento de los derechos de las mujeres privadas de libertad”. Posteriormente la comitiva se trasladó a la comuna de Santa Cruz, en la provincia de Cardenal Caro, donde las internas se mostraron agradecidas por la consideración. “La verdad es que con tanto terremoto y temblor ya nos habíamos olvidado del Día de la Mujer. Qué bueno que el Defensor vino a recordarnos lo importantes y fuertes que somos las féminas…. Incluso presa, yo me las arreglo para mandar plata para mis hijos y estoy atenta a los que les ocurre”, reflexionó Sara Riquelme, una interna que lleva cuatro años privada de libertad.
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