Sala de Prensa

22/04/2010

Defensor Regional, Claudio Nehme Carpanetti: "Por una defensa justa para todos"

En la región la Defensoría Penal Pública de Atacama ha atendido a 42 mil 94 personas, entre adultos y adolescentes imputados de haber infringido la ley penal, dando cobertura a todos los casos que han debido representar (Entrevista publicada el 18 de abril en el Diario Atacama).

La reforma procesal penal trajo nuevos desafíos para el sistema judicial y un papel fundamental es que todos, sin importar su condición social, tengan derecho a una defensa.

El defensor regional, Claudio Francisco Nehme Carpanetti, se refirió a sus experiencias, a su carrera, proyecciones y desafíos de la institución.

-¿Algún caso que recuerda en particular, que le haya llamado la atención? -Uno de los más fuertes que nos tocó ver fue el de una menor de edad que estaba siendo imputada de un delito por el cual ella clamaba su inocencia y a pesar de ello se le privó de libertad, tiempo en el cual perdió al hijo que tenía en su vientre producto de un embarazo de alto riesgo que tenía. En definitiva, ella fue absuelta del delito y logró recuperar su libertad, pero el daño que ya se había cometido era irreparable y no había vuelta atrás.

Otro caso emblemático que se me viene a la memoria es el de una persona que estaba siendo acusada de violación de una menor y producto de ello la menor había tenido un hijo. Esta menor acusaba a nuestro cliente como el autor de este delito y al realizarse el examen de ADN éste salió positivo. Luego de todo el drama que ello significaba en contra de nuestro cliente, quien siempre alegó su inocencia, se determinó por el defensor que tenía a cargo esta causa solicitar la realización de un nuevo examen de ADN, lo cual fue muy difícil pero que en definitiva, cuando se logró el nuevo examen, arrojó resultado negativo y al presentar esta situación la fiscalía accedió a realizar un tercer examen de ADN por otro laboratorio, el que determinó que efectivamente este hijo no era de nuestro cliente, sino que de un familiar de la menor que ella misma estaba encubriendo. Nuestro cliente fue absuelto y su caso se cerró con su absoluta y completa inocencia, pero el daño y estigmatización que se produce en su contra y su familia es tremendo.

-¿Qué sentimientos tiene cuándo como defensor sabe que hay un caso que está prácticamente perdido? -Siento que ningún caso está prácticamente perdido, pues siempre se puede hacer algo en beneficio de tu cliente, desde pelear la inocencia cuando corresponda hasta velar por el respeto de los derechos y normativa legal, que regulan tanto el proceso de investigación de los hechos constitutivos de delito y que se están imputando, así como también de las normas que restringen la libertad de nuestro representado, desde la menos intrusiva hasta la más grave de todas, como lo es la prisión preventiva.

Debemos recordar que los delitos tienen asociadas penas y éstas se calculan de acuerdo a ciertas consideraciones que señala la Ley Penal y que pueden agravarla o atenuarla, todo lo cual es revisado en cada caso por el juez o los jueces que deben determinarla y aplicarla una vez que se han convencido de que la persona que tienen al frente suyo es la culpable del delito que se le está imputando. Estas consideraciones agravantes o atenuantes tienen su origen en situaciones propias de la persona, en aspectos legales como reincidencia o actuaciones realizadas por la persona imputada, con el objeto de ayudar en la investigación o de reparar el mal causado, entre otras.

Entonces, como puedes ver, siempre un defensor puede hacer cosas en una causa que pueden beneficiar a tu cliente desde el punto de vista de la defensa legal, por supuesto.

-¿Siente que hay un estigma social con respecto a su labor, ya que deben defender a quienes en algunas circunstancias son condenados y que por proyección la sociedad los ve como delincuentes? -Creo que ya me he referido a esto antes, en el sentido que la gente debe entender que nuestra institución es absolutamente necesaria e imprescindible en un estado democrático, pues somos quienes velamos por el debido respeto y ejercicio de nuestros derechos y garantías que gozamos todos como seres humanos y miembros de esta sociedad. Pensar que una persona por el hecho de ser imputada de un delito es automáticamente delincuente es no saber nada de estos derechos ni de cómo funciona el sistema, a pesar de ser absolutamente transparente. En este sentido, pido que por un lado quienes trabajamos en el sistema asumamos nuestro rol en este tema de la mejor manera posible y nos preocupemos de entregar, cuando se pueda, la información precisa de lo que está aconteciendo, evitando litigar por los medios de comunicación y de esta manera tratar de presionar a quien debe resolver estos asuntos. Por otro lado, siempre le pido a los medios de comunicación que se preparen y capaciten constantemente, para mejorar tanto la averiguación de la noticia, como su procesamiento y difusión con pleno respeto también a estos derechos y por otro lado, que la gente que recibe estas noticias no genere juicios de valor sin haberse informado correctamente de los hechos, para lo cual están abiertos y disponibles los canales para ello. En fin, es una labor de todos como sociedad, pero requiere voluntad de cada uno de quienes aludo en esta respuesta. 

-A nivel regional, ¿cuántos imputados reciben ayuda profesional de la defensoría? ¿Existe alguna estadística? Desde que comenzó el sistema en la región, en octubre de 2001 y desde que comenzó a regir la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, en junio de 2007, la  Defensoría Penal Pública de Atacama ha atendido a 42 mil 094 personas, entre adultos y adolescentes imputados de haber infringido  la ley penal.

-¿Cuál es el balance que realiza respecto a la labor de los defensores en la región? -Hemos dado cobertura total respecto de los casos que nos ha tocado representar, estamos permanentemente capacitándonos para mejorar nuestras intervenciones en los juicios y el tratamiento de los casos. Hemos implementado de muy buena manera la legislación que persigue la responsabilidad penal de adolescentes, trabajamos constantemente en lograr la mejor calidad en todos nuestros procesos, desde los administrativos hasta la defensa en juicio propiamente tal. Estamos preocupados permanentemente de la situación personal de nuestros funcionarios y de las relaciones profesionales tanto al interior de nuestro servicio como con nuestros legítimos contradictores o con quienes nos relacionamos permanentemente. Del mismo modo, nos involucramos con la comunidad a través de planes de difusión mediante charlas o a través de los medios de comunicación. En fin, son muchas las actividades que se realizan en todos los aspectos y que se traducen en los buenos resultados que se han obtenido en los tribunales, que nos dan la tranquilidad y satisfacción de que nuestro trabajo se está realizando de buena manera, lo que me deja contento y me permite señalar con mucha seriedad que el balance es absolutamente positivo, lo que no significa que ya llegamos al límite. Por el contrario, nuestros desafíos son cada vez mayores y seguiremos trabajando para responder a ellos.

-¿Respecto de la reforma procesal, cuál es su opinión del sistema? ¿Qué cambiaría? -El sistema es siempre perfectible, más aún si con el transcurso de los años los operadores del mismo adquirimos mayor experiencia en el mismo, lo que nos hace sostenedores de críticas constructivas mejor fundamentadas y justamente eso echo de menos cada vez que se propone alguna modificación legislativa al mismo, pues si bien se escucha a los distintos actores, como lo son el Poder Judicial, Ministerio Público y la Defensoría, generalmente se acogen aquellas que se cruzan en tiempos electorales y que sólo fomentan la persecución y restricción de los derechos y garantías de -ojo- todos nosotros como ciudadanos, pues quien esté imputado de algún delito es justamente un ciudadano, que goza de presunción de inocencia, como todos nosotros y a quien se le está dirigiendo la investigación penal con el enorme poder que se dispone para ello y ante esto, se requiere que los derechos de los que gozamos, insisto, como ciudadanos, se garanticen o respeten. De lo contrario, cada vez más nos alejamos de un estado democrático y nos acercamos a un estado policía.

-¿Cuáles son sus proyecciones profesionales? -Mis aspiraciones son regionalistas, es decir siempre tuve claro que luego de estudiar fuera volvería a mi región y ciudad  para aportar en su desarrollo en el ámbito de la justicia y la verdad es que siento que he podido cumplir con ello o por lo menos en esfuerzo no me he quedado. En este largo camino se me presentaron, por suerte, oportunidades de trabajar en lugares en que he podido desarrollar servicios en beneficio de nuestra gente, desde el ejercicio privado hasta el público.

En la Defensoría Penal Pública siento que me he encontrado con el verdadero sentir de nuestra profesión de abogado, desde el punto de vista formal o del ejercicio profesional, así como el componente social que ello debe contener,  pues es aquí donde nos toca representar a mucha gente privada socialmente, con escasa o nula educación, muy bajo estándar económico, aquellos que no han tenido ninguna oportunidad en la vida o que están en situación de calle y que no disponen de ningún entorno familiar que le ayude. Esa es la realidad del grueso de nuestros representados, los que no tienen posibilidad alguna de ser escuchados o de darse a entender en este mundo que gira velozmente. A ellos principalmente dirigimos nuestros esfuerzos, para que reciban la mejor atención que sea posible, pues somos todos seres humanos que requerimos ser tratados con dignidad y respeto.

Así las cosas, puedo señalar que mi proyección profesional es seguir con el perfeccionamiento, preparación y estudios necesarios para mejorar cada vez más en el desarrollo de habilidades y experticias necesarias, con el objeto de seguir volcando la misma en beneficio de nuestra gente, según sea la posición o cargo profesional que me toque en el futuro en esta región. Ese desafío o línea de acción lo tengo asimilado desde pequeño, pues tuve un gran maestro que me enseñó con sus acciones la defensa del más desvalido. Ese fue mi padre, Elias Nehme Cerdá, connotado y valiente abogado de esta región que se atrevió en los peores momentos de este país a sacar la voz por quien lo necesitaba y quien estoy seguro estaba, está y estará orgulloso de lo que estoy haciendo.

CONTRACARA -¿Cuál es su opinión  respecto de la llamada "puerta giratoria"? -Que no tiene asidero técnico ni real. Por el contrario, es un elemento conceptual que se utilizó mucho en épocas electorales, aprovechándose del temor ciudadano que se había generado con los temas de seguridad pública y la mala utilización de estadísticas, todo lo que no tenía su correlato en lo que de verdad sucedía en los tribunales, que es absolutamente lo contrario. Sólo un dato para la discusión: el año 2000 existían 33 mil 50 personas encarceladas a nivel nacional y hoy, luego de nueve años, las cifras llegan a más de 50 mil personas. Entonces, de qué estamos hablando cuando los niveles de encarcelamiento de personas se han casi duplicado sólo en un período de casi diez años, cuando lo normal es que éste creciera pero en rangos absolutamente menor, de acuerdo a la tendencia o línea de proyección conforme las estadísticas nacionales.

-¿Se ha visto aumentado el trabajo de los defensores con la Ley de Violencia Intrafamiliar y la ley de Responsabilidad Penal Adolescente? -Por supuesto que sí, pero es algo que ya teníamos estudiado, por lo que se implementaron los mecanismos de manera oportuna para hacer frente de manera correcta y eficiente, dentro de nuestras posibilidades por cierto, a tal demanda.

Respecto de este último tema, hay un déficit de infraestructura o de capital humano para atender a los menores infractores.

Siempre uno espera tener más profesionales para enfrentar estos temas o áreas, principalmente por lo delicadas que son, pues afectan principalmente a personas que están en una etapa de sus vidas en que se están abriendo y conociendo el mundo, siendo muy permeables a todo lo que pueden percibir por sus sentidos. Es por ello que se nos exige, a todos quienes debemos trabajar en ello, una mayor especialización no sólo en temas legales, sino que además en áreas de la psicología, de  la sociología, de la salud, etc. Otro tema es el de las instituciones que mantiene el sistema y que deben hacerse cargo del cumplimiento de las condenas del menor, debiendo tener siempre en su horizonte la rehabilitación, entregando las herramientas necesarias para apoyarlo en el desarrollo de sus habilidades. Eso es un tema muy importante y que debemos o estamos obligados a generar una mejor discusión, pero de manera urgente.

PERFIL Hobbie: música, cine, deportes, paseos familiares por la región, por sus hermosas dunas o sus extraordinarias playas, cocinar. En general, soy bastante inquieto. Estado Civil: casado. Hijos: mi preciosa hija Ananda, de 10 años, y mi diablillo Amir, de 6.

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