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"Las modificaciones legales y programas deben apuntar a la prevención, reinserción y rehabilitación más que a la encarcelación"

24/05/2010

"Las modificaciones legales y programas deben apuntar a la prevención, reinserción y rehabilitación más que a la encarcelación"

Entrevistado por la radio "Tú" de Chile Chico, el Defensor Regional de Aysén, Juan Carlos Rebolledo, comentó también los objetivos de la Defensoría y el tema de las escuchas telefónicas.

Radio “Tú” de Chile Chico es una de las diez emisoras que existen en la Región de Aysén, una zona en la que la complejidad de la conexiones hacen de la radio la herramienta más eficaz de comunicación, especialmente en los poblados más aislados.

Por ser capital de provincia, Chile Chico cuenta con un adecuado sistema de comunicaciones. Sin embargo, la magia de la radio encanta igualmente a sus habitantes y así, Radio Tú ocupa un lugar en el dial de las emisoras de la llamada “ciudad del sol”.

Con la idea de conectarse con las inquietudes de la comunidad, responder sus preguntas e informar sobre los temas relevantes para la Defensoría Regional, el Defensor Regional de Aysén, Juan Carlos Rebolledo, fue entrevistado en dicha estación.

Extracto entrevista realizada por el periodista Leonel Avilés:

Defensor, mucho se habla de la puerta giratoria de la justicia chilena ¿Cuál es su opinión respecto de estas apreciaciones? Nosotros sostenemos que la puerta giratoria no existe. En nuestro país los tribunales de justicia actúan convenientemente y, frente a hechos graves y acreditados, las personas quedan sujetas a medidas de prisión preventiva, mientras se termina la investigación.

Obviamente, si en un caso concreto una persona que es imputada de un delito queda libre mientras se realiza la investigación o de manera definitiva, no es porque exista una puerta giratoria, sino porque la fiscalía no pudo convencer al juez –que es un tercero imparcial y falla de acuerdo con las pruebas que se le presentan- que esa persona era responsable del hecho o de que esté ocurrió efectivamente.

Es cierto que los hechos delictivos han ido aumentando en Chile, pero eso no es propio sólo de nuestro país, sino una consecuencia de una sociedad que crece, en donde existen grupos que no tienen las mismas oportunidades sociales, económicas, culturales –por la razón que sea- y que están en desventaja. Entonces toman un camino distinto y que está reñido con la ley.

Por otra parte, hay que considerar que así como la criminalidad puede haber aumentado en número, también ha aumentado -y de manera explosiva- la cantidad de personas presas. Si en los años ‘90 había alrededor de 23 mil, hoy tenemos casi 60 mil personas privadas de libertad, convirtiéndonos en uno de los países de Latinoamérica y el mundo con mayor cantidad de personas privadas de libertad porcentualmente.

Tenemos un problema social, es cierto, pero la solución no siempre es la cárcel. Deben existir y aplicarse las salidas alternativas. Por otra parte, las modificaciones legales y programas deben ir primero por el camino de la prevención, de la reinserción y la rehabilitación.

¿Qué opina de la posibilidad de que el Ministerio Público implemente un sistema propio de escuchas telefónicas, como recientemente se dio a conocer a través de la prensa? Como ciudadanos, todos tenemos derecho a la libertad de expresión y a la privacidad de nuestras comunicaciones. Sólo en el evento que un juez de la República lo autorice, esas comunicaciones podrán dejar de ser privadas para determinados eventos y fines, que en este caso es para la investigación de un hecho criminal denunciado ante un tribunal o policía. Nuestra preocupación es que el Ministerio Público pretende instalar, por su cuenta, tecnología apta para escuchas telefónicas y creemos que ello atenta contra la garantía constitucional del derecho que tenemos los chilenos a la privacidad de nuestras comunicaciones.

¿Y bajo qué normativa el Ministerio Público estaría pensando en adquirir esos aparatos? Entendemos que en el entusiasmo de querer combatir la delincuencia, los carteles del narcotráfico y otros problemas de esta naturaleza, han surgido una serie de ideas. Sin embargo, no todas son realizables, puesto que chocan con importantes e insustituibles derechos de las personas (…) hay que recordar que la mayoría de los chilenos no somos criminales y debemos ser respetados.

Por lo demás, mi opinión no es un hecho aislado, sino que ha sido representado oportunamente por la Defensora Nacional y diversos defensores regionales.

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