Sala de Prensa

29/06/2010

Una absolución, una preocupación

La siguiente columna de opinión fue escrita por Arturo Zegarra Williamson, Defensor Regional de Tarapacá y publicada el miércoles 23 de junio en el diario La Estrella de Iquique.

Hace pocos días la Defensoría Penal de Tarapacá días rindió cuenta pública  respecto del año 2009. Entre las muchas cifras expuestas se destacó  que 49 personas fueron absueltas ese año. Un Tribunal de la República por medio de una sentencia declaró que estas personas a quienes se les había imputado responsabilidad en un delito no la tenían, eran inocentes. Se destacó además que 19 de ellas estuvieron privadas de libertad durante muchos meses como si hubieran sido culpables. En lo que va del presente año se han dictado 37 absoluciones, y 21 de ellas corresponde a personas que han estado privadas de libertad por más de 6 meses.

Estos casos deberían llamarnos  una vez más a reflexionar sobre lo que implica para el Sistema Procesal Penal, para la comunidad y, por supuesto, para las personas afectadas, que un inocente pague con prisión preventiva, la pasión, los errores o la ineficiencia de quienes participamos del sistema penal. Ellos se ven afectados por la más dura de las medidas cautelares, incluso por lapsos que superan el año, para después ser absueltos por el tribunal.  Estudiar estos casos, uno a uno, puede ser un gran desafío para las escuelas de derecho locales, quienes con  trabajo serio y metodológico estarían en condiciones de arribar a una explicación del hecho tan injusto que les ha tocado vivir a estos ciudadanos, incluso asignando responsabilidades de los actores del proceso penal, entre los que nos podemos encontrar los defensores penales públicos; es decir determinar desde la academia si hubo pasión excesiva, ineficiencia, error, o simplemente  negligencia de alguno de quienes hemos participado del proceso penal donde hubo absolución. Esas personas se merecen que se les explique el porqué. Es un derecho y una carga democrática tal vez ineludible.

Pero hay más elementos que considerar ante las absoluciones, y de mucha importancia: también se merecen una explicación las víctimas de aquellos delitos que, desde luego y con plena legitimidad, esperan se haga justicia aplicando la pena establecida en el ordenamiento jurídico para el delito y ello no se produce en estos casos. Por cada absuelto está la posibilidad que el verdadero hechor esté caminando libremente por las calles e incluso siga delinquiendo.

Los abogados defensores penales públicos no somos mejores abogados cuando obtenemos una absolución, estamos efectuando la labor que el Estado nos ha encomendado: preocuparnos por nuestros defendidos;  lo que no obsta que como ciudadanos  nos preocupen las víctimas de los delitos.

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