Sala de Prensa

02/07/2010

Ampliar o desaparecer

La siguiente columna, escrita por el Defensor Regional de Antofagasta, fue publicada el pasado miércoles por el diario El Mercurio de esa ciudad.

Desde hace más dos años que en la región se encuentra operando una alternativa de rehabilitación en materia de drogas. Su particularidad está enfocada por la circunstancia de que se entrega a personas imputadas por la comisión de un delito y que presentan signos de dependencia a drogas.

Para la suspensión del procedimiento iniciado a su respecto, quienes acceden a este programa de rehabilitación deben aceptar como condición someterse a un tratamiento de rehabilitación por consumo abusivo de este tipo de substancias. Este programa se mantiene en  Antofagasta y en otras regiones, gracias al aporte y entusiasmo del CONACE. 

Jueces, fiscales y defensores, de cara a la posibilidad de la rehabilitación -reclamada dramáticamente en algunos casos por los propios imputados o sus familias- colaboran y contribuyen a este tipo de salida.

Desde los inicios de estos llamados “Tribunales de Tratamiento de Drogas”, la Defensoría Penal Pública ha sido actor clave en su funcionamiento y desarrollo en el tiempo. Sin embargo, siempre hemos sostenido que estas intervenciones deben recoger las experiencias internacionales -de donde vienen estos programas-, las cuales apuntan a delitos de mayor gravedad y reconocen la posibilidad de incorporar a reincidentes.

Esto parece central para asegurar el compromiso de la Defensoría Penal Pública con este programa. Recientemente se ha relanzado la mesa de trabajo, nuestras ideas están siendo escuchadas y se creará una comisión a nivel nacional para estudiar las alternativas legales y darle verdadero sentido a esta iniciativa. Si no se hace, no le vemos ningún impacto significativo. 

Es necesario focalizar nuestros esfuerzos y recursos hacia el reconocimiento de la experiencia internacional en materia de “Tribunales de Tratamiento de Drogas”, de lo contrario muy poco justificaría que la DPP continúe apoyando esta iniciativa, que hasta ahora ha tenido muy poco impacto en la región y en el país.

Esperamos confiados en que esa comisión aborde con rigurosidad la necesidad de ampliar estos tribunales hacia quienes -con mayor razón, muchas veces- requieren de un apoyo terapéutico para no continuar en la senda de la infracción penal.

Por Pedro Casanueva Werlinger, Defensor Regional de Antofagasta.

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