Sala de Prensa

10/01/2011

Defensor Regional de Antofagasta visitó a la comunidad terapéutica del Centro Penitenciario Femenino (CPF)

Pedro Casanueva sorprendió a las internas que son madres con un presente para sus pequeños: "Es muy grato poder compartir con las madres del centro y entregarles un poco de alegría a sus hijos", aseguró.

El Defensor Regional de Antofagasta, Pedro Casanueva Werlinger, visitó el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de la ciudad, para saludar y entregar un presente a las internas que viven con sus hijos en edad de lactancia y menores de dos años. También sostuvo una reunión con la mayor Elizabeth Ramos Astorga, alcaide del recinto penal.

El encuentro se realizó en la Comunidad Terapéutica del CPF, donde Casanueva tuvo la oportunidad de dialogar ampliamente no sólo con la oficial penitenciaria, sino también con sicólogas y asistentes sociales que allí trabajan, para conocer los avances y dificultades  de las internas en los procesos de rehabilitación por drogas y alcohol.

Hasta antes del 2000, en esta comunidad sólo se trabajaba en actividades de prevención y talleres, pero luego y gracias a aportes del Conace se transformó en una comunidad terapéutica real, con capacidad para veinte personas. En el espacio se trata actualmente a 19 internas de entre 20 y 30 años, la mayoría de las cuales han sido condenadas por tráfico de drogas, aunque tienen el cuarto medio rendido y incluso estudios técnicos superiores. Además, conversó sobre la situación de las internas extranjeras, y también sobre los beneficios y trabajos que realizan las mujeres en el penal.

Una vez finalizado el encuentro con la alcaidesa y sus colaboradoras, Casanueva Werlinger se dirigió al patio de lactantes, donde pudo compartir con cinco madres que hacen uso del derecho a la lactancia de sus hijos menores de dos años y con dos internas actualmente embarazadas. El diálogo con ellas fue muy interesante y concluyó con la entrega a cada uno de los niños de un regalo, con ocasión del inicio de un nuevo año.

En esto resulta destacable el espíritu solidario de los funcionarios de la Defensoría Regional, quienes aportaron de su propio patrimonio para llevar algo de felicidad a estas madres y sus hijos: “Es muy grato poder compartir con las madres y entregarles un poco de alegría a sus niños con un pequeño obsequio y saber que en muy poco tiempo a dos de ellas les espera la libertad por cumplimiento de condena”, concluyó Casanueva.

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