23/02/2011
Acerca del 8 de marzo
La siguiente columna de opinión, escrita por el Defensor Regional de Antofagasta, fue publicada hoy por el diario El Mercurio de esa ciudad.
Ya se aproxima marzo. Se iniciarán las clases y se observa un aumento de madres con sus hijos buscando las mejores alternativas en útiles y uniformes. También se ven hombres, pero es superior la participación de mujeres en este tipo de actividades. Como lo es en el hogar, donde nosotros cooperamos, pero la tarea principal siempre es de ellas, a pesar de que también trabajan fuera de casa. Sin embargo, pareciera que su labor fuera menos importante. En nuestra cultura no tenemos internalizado el exceso y lo injusto de esa doble jornada que no da cuenta del trabajo al interior del hogar.
Claramente hay mucho que avanzar en la relación hombre-mujer, la cual debe estar basada en el respeto y la igualdad de derechos y en el reconocimiento a nuestras características esenciales, que nos hacen iguales pero diferentes.
En Chile se han dado pasos importantes desde lo público, con la creación del Servicio Nacional de la Mujer o con el reconocimiento del número de hijos para los efectos de jubilación, pero así y todo falta por hacer.
La proximidad del 8 de marzo, fecha en que el mundo entero conmemora el Día Internacional de la Mujer, debe ser una oportunidad para que todos reflexionemos y hagamos un reconocimiento a nuestras madres, hermanas, esposas e hijas, y para comprometernos a modificar nuestros patrones culturales para situarnos de igual a igual en la relación.
Desde lo público, debe ser un momento para que autoridades administrativas y parlamentarios imaginen un futuro mejor para todas las mujeres que laboran fuera o dentro del hogar, para fortalecer a las familias que se ven afectadas por estructuras de trabajo que impiden los espacios de encuentro, para reconstruir las familias que han perdido por largos períodos a su madres quienes -por diversas causas- se encuentran privadas de libertad, buscando para ello mecanismos que permitan un pronto regreso al seno de la familia y al mundo laboral. La discusión sobre nuevas medidas alternativas puede servir de punto de partida para pensar en mecanismos de apoyo a la mujer encarcelada y necesitada por su familia.
Por Pedro Casanueva Werlinger, Defensor Regional de Antofagasta
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