Sala de Prensa

05/07/2011

Defensoría Regional de Atacama renovó su compromiso de trabajar por las personas más vulnerables

Durante sus 10 años de existencia en la región, la DPP ha destacado por su compromiso con los habitantes de Atacama y con la consolidación de la reforma procesal penal, tal como lo destacó el Defensor Regional en su Cuenta Pública 2011.

“Profundizamos nuestro compromiso con la calidad de la prestación de defensa penal pública, de manera tal de brindar cada día un mejor servicio a nuestros usuarios”, dijo el Defensor Regional de Atacama, Francisco Nehme Carpanetti, al encabezar la cuenta pública de esa repartición institucional.

Nehme explicó que lo anterior implica “una defensa penal técnicamente preparada y al día en los nuevos escenarios legales, especializada y enfocada en la satisfacción integral de las necesidades de representación de nuestros clientes ante los tribunales penales, cautelando siempre la dignidad de las mujeres, hombres y adolescentes que son atendidos en nuestra oficinas en cada rincón de nuestra región”.

AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA Como la materialización de este compromiso escapa muchas veces al ámbito propio de la gestión institucional, el Defensor Regional reiteró la demanda de autonomía, esencial para la labor de la Defensoría como soporte básico del sistema penal.

“Es una manera de garantizar a nuestros usuarios una completa independencia de las políticas públicas y directrices que el resto del Estado dispone en materia de delincuencia, seguridad ciudadana y política criminal”, recalcó.

Nehme también hizo presente que la preocupación institucional por la sobrepoblación carcelaria existente en la Tercera Región, “no es sólo por el número de gente presa, sino por la calidad de vida de los internos, la dignidad humana de las personas que están recluidas. Ellos sólo están privados de libertad, pero no despojados de los demás derechos y garantías que la Constitución y los tratados internacionales reconocidos por Chile aseguran a todas las personas”.

Se trata de desafíos que la DPP se ha empeñado en alcanzar durante sus 10 años de existencia en la región, desde el inicio de la reforma procesal penal. Ello ha implicando un enorme reto para todos los involucrados, lo que con el tiempo ha significado mayores exigencias, que sólo han podido enfrentarse con un arduo trabajo y una sólida mística de equipo.

Al finalizar la ceremonia, se efectuó una presentación de “Wayna Pacha”, agrupación musical conformada por cuatro jóvenes internos del Centro de Régimen Cerrado (CRC) de Copiapó, quienes están cumpliendo condenas privativas de libertad y aprovecharon la invitación de la Defensoría Regional de Atacama para mostrar sus habilidades y ganas de salir adelante, en pos de reinsertarse socialmente.

COBERTURA Y OTRAS CIFRAS En cuanto a las principales cifras del ejercicio 2010, Nehme explicó que la Defensoría Regional de Atacama atendió a 6 mil 440  imputados, lo que representa una disminución del 14,29 por ciento respecto de 2009. Con ello, ya son 46 mil 593 las personas atendidas desde el inicio de la reforma hasta el 31 de diciembre de 2010.

Del total de ingresos, además, las mujeres imputadas representaron un 14 por ciento, cifra similar a la del año anterior. La DPP de Atacama atendió también a 668 jóvenes menores de 18 años, es decir el 10 por ciento de las prestaciones de defensa del período, porcentaje que no ha variado en los últimos años respecto de los ingresos totales.

TIPOS DE DELITOS Los delitos más frecuentes durante 2010 en Atacama fueron nuevamente las lesiones (17,4  por ciento), lo que confirma una tendencia expresada desde el principio de la reforma respecto de los delitos atendidos históricamente por los defensores penales públicos.

En orden de importancia, le siguen los hurtos, la conducción en estado de ebriedad y las amenazas de atentados contra las personas y la propiedad, lo que da cuenta de que las infracciones cometidas se vinculan de forma preferente a delitos de escasa peligrosidad.

Revisando aspectos específicos del ámbito penal, Francisco Nehme consideró que la privación de libertad en las mujeres profundiza  su vulnerabilidad social y es doblemente gravosa, “pues no sólo se encarcela a la mujer, sino que además se le aleja de sus hijos y de su núcleo familiar, el que se ve de tal manera afectado que en numerosas ocasiones se desintegra, con los costos personales y sociales que ello acarrea”.

Para demostrarlo, expuso algunas cifras relevantes en la región: hasta junio de 2011, 35 mujeres se encuentran en prisión preventiva y los delitos de mayor ingreso son el tráfico ilícito de drogas (57,14 por ciento) y el tráfico en pequeñas cantidades (17,14 por ciento).

“Es decir, más de un 74 por ciento de las imputadas se encuentran recluidas por delitos de tráfico, lo que demuestra una tendencia lamentable en el norte del país, ya que en su mayoría se trata de mujeres que han sido instrumentos en el negocio de la droga”, aclaró.

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