Sala de Prensa

08/08/2011

Defensor Local de Cochrane: "La Defensoría protege los derechos de todas las personas"

En entrevista con Radio Nuevo Horizonte, Andrés Benavides Schiller se refirió a los derechos que asisten a las personas imputadas y comentó ciertas costumbres locales que pudieran ser consideradas faltas o delitos.

“La Defensoría protege los derechos de todos aquellos que son perseguidos penalmente y, dadas las circunstancias, cualquier persona puede ser imputada por una falta, simple delito o crimen. Si por cualquier razón no tiene abogado particular, el Estado le proporciona uno. En ese momento estaremos nosotros, como defensores, entregando asesoría legal de calidad y velando por el respeto de sus derechos y por un proceso justo. Esa es nuestra misión”.

Con estas palabras, vertidas en una reciente entrevista en Radio Nuevo Horizonte de Cochrane, el defensor local Andrés Benavides Schiller se refirió a los derechos de las personas.

El abogado explicó que una persona detenida tiene derecho a permanecer en silencio hasta que no haya hablado con su abogado. “Eso es trascendente, sobre todo ahora que mediante una reforma constitucional se consagró como garantía fundamental el que toda persona imputada por un ilícito tiene el derecho irrenunciable a ser asistida por un abogado defensor, público o privado”.

Según Benavides, en virtud de esta normativa constitucional, el consentimiento del imputado a renunciar a su derecho a guardar silencio sería irrelevante si no cuenta con la asesoría previa de su defensor.

También destacó los derechos de las personas a un trato digno, a ser informadas sobre los motivos de su detención y a informar a un familiar que se está detenido, entre otros.

SENTIDO COMÚN En otro aspecto, Andrés Benavides dijo que existe una suerte de “incriminación excesiva” de conductas que no debieran ser consideradas como delitos, puesto que forman parte de la cultura y las costumbres locales, como ocurre con el porte de cuchillos y cortaplumas al cinto o el beneficio de animales para consumo privado, entre otros.

“La ley sanciona el porte de arma blanca -cuando no se tiene explicación razonable para ello- y el faenamiento habitual de animales si éste no se realiza en un matadero autorizado, o bien, si se realiza una o más veces con fines comerciales. Sin embargo, la experiencia en comunidades como Cochrane nos indica que llevar consigo cortaplumas o beneficiar animales que se crían en el campo para alimentación familiar no pueden ser considerados actos delictivos, pues responden a una adecuación social, es decir, son producto de la cultura de un pueblo que no ha perdido su origen rural”, comentó.

Benavides dijo que es habitual que tanto en Cochrane como en la mayoría de los pueblos de la Undécima Región, las personas porten cuchillos en el cinturón, porque es una costumbre de toda la vida y representa una herramienta para el trabajo que realizan en los campos.

“Si después de terminar o antes de dirigirse a una jornada de trabajo estas personas pasan al supermercado o a otro lugar público portando un cuchillo, debe entenderse esta conducta en ese sentido y no acusarlo por el delito de porte de arma blanca. Distinto es el caso de quien trae consigo un cuchillo sin una justificación clara o con el fin de intimidar o cometer un delito”, concluyó el abogado.

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