Sala de Prensa

17/08/2011

Defensa logró que la Corte de Apelaciones de Valdivia dejara en libertad a estudiantes

Los universitarios, que estaban hace más de una semana en la cárcel, fueron acusados por la fiscalía de infringir la Ley de Armas, pero su defensora pública logró acreditar que los implementos que portaban eventualmente eran sólo para preparar barricadas.

En un fallo contundente, la Corte de Apelaciones de Valdivia dejó en libertad el pasado viernes a dos estudiantes universitarios que permanecían desde hace más de una semana en la cárcel de LLancahue, tras participar en las movilizaciones que han venido ocurriendo en el país.

Para la unanimidad de los ministros, los antecedentes expuestos por la fiscal no fueron suficientes para acreditar el delito de posesión y tenencia de implementos utilizados para la activación y fabricación de artefactos incendiarios, contemplado en la Ley de Control de Armas y Explosivos.

En audiencia, la defensora penal pública Paulina Delgado sustentó su alegación en la ausencia de elementos para configurar el delito por el cual están formalizados ambos imputados, pues los elementos con que fueron sorprendidos al momento de su detención no eran idóneos ni tampoco estaban destinados a la fabricación de bombas molotov.

También se refirió a la desproporción de mantener en la cárcel a jóvenes universitarios sin antecedentes penales, con redes sociales y apoyo familiar, lo que habitualmente se considera para imponer otras medidas menos drásticas mientras se investigan los hechos. 

Comunicada la decisión de la Corte, los padres, familiares y los propios universitarios agradecieron cálidamente la  labor de la defensora, y una vez fuera del edificio, bocinazos de apoyo de automovilistas que circulaban  por calle General Lagos acompañaron esta improvisada celebración.

Tras gestiones de la misma defensora mediante, el Tribunal de Garantía dio curso a la orden de libertad con celeridad, de modo que  Valentina Vargas y Cristian del Castillo abandonaron  el recinto penal entre vítores y abrazos de su familia y compañeros. Agradecieron a la defensa, a Gendarmería y en el caso de Cristián, a sus compañeros del módulo 21 de imputados, porque “me apoyaron y hasta redactaron una carta de apoyo al movimiento estudiantil”, precisó.

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