Sala de Prensa

03/11/2011

El Estado de Derecho

La siguiente columna de opinión, escrita por el asesor jurídico de la Defensoría Regional de Antofagasta, fue publicada hoy por el diario El Mercurio de esa ciudad.

Últimamente se ha usado mucho la expresión Estado de Derecho. Se trata de un concepto clave del derecho constitucional. Hay, por ello, variadas definiciones al uso. Prefiero -con todo- señalar cuáles son sus caracteres generales.

El primero de ellos es el imperio de la ley (entiéndase, incluida la Constitución) sobre gobernantes y gobernados, lo que equivale a sostener la igual obediencia que éstos deben prestar a sus preceptos.

El segundo es la diferenciación y coordinación de poderes, esto es la existencia de diversos órganos con distintas funciones, a saber: ejecutiva, legislativa, judicial y contralora.

En tercer lugar, la fiscalización de la Administración, es decir el control de funcionamiento de los servicios y órganos del Estado.

Por último, la protección de los derechos y libertades fundamentales. Es probablemente ésta última característica la más importante de todas. Por ello, diversos autores afirman que es la razón de ser del Estado de Derecho. En gran medida, esta aseveración conduce a sostener que los demás caracteres concisamente enunciados deben ser entendidos y operativizados para el logro de la tutela de los derechos fundamentales.

Un principio que se desprende de la diferenciación de poderes es el de la independencia del Poder Judicial. Esta independencia tiene, como ha sido sostenido reiteradamente, valor en tanto garantía a favor de los derechos de las personas, más que como mera prerrogativa de los jueces.

Por otra parte, el Estado de Derecho es considerado una etapa superior en el desarrollo de las sociedades, pues supone su organización e institucionalización a partir de dos ideas centrales: el poder se transmite de las personas a los órganos y, por lo tanto, los titulares accidentales del mando no son lo mismo que la autoridad que se les ha confiado. Se ha acuñado así, con éxito, que el Estado de Derecho es la institucionalización jurídico-política de la democracia.

Me atrevería a afirmar que la idea que subyace a esta comprensión es que quien quiera que esté en el poder debe cuidar los principios sobre los que se construye este edifico teórico.

Por Ignacio Barrientos Pardo, Asesor Jurídico Defensoría Regional Antofagasta.

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