Sala de Prensa

12/06/2007

Llegó el día

Columna de Eugenio Navarro Garrido, Defensor Local Jefe de Copiapó

Hemos sido testigos de la cobertura periodística que tuvo la puesta en marcha de la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. Seguro que los mismos medios de comunicación se encargarán de mostrar los primeros resultados prácticos en la aplicación de esta nueva normativa; sin ir más lejos, fuimos testigos de las primeras audiencias respecto de jóvenes que tuvieron lugar en tribunales de la capital.

Tomamos conocimiento que a un muchacho de catorce años detenido, al parecer por la sustracción de una radio desde el interior de un vehículo, se le impuso una salida alternativa de suspender el procedimiento por un año, con la condición de retomar sus estudios, ya que se había visto vulnerado en su derecho a la educación cursando sólo hasta cuarto año básico. El segundo caso, que tuvo mayor notoriedad, porque concurrieron a la respectiva audiencia de control de detención, las más altas autoridades nacionales en la materia, como es el Presidente de la Excma. Corte Suprema y el Ministro de Justicia, que a la sazón fue dirigida por la Magistrado doña Iara Barrios, quien se desempeñó como Jueza de Garantía en nuestra ciudad, tuvo como imputado a un joven de diecisiete años, con mayor vinculación delictual, decretándose a su respecto la internación provisoria mientras se desarrolla la respectiva investigación.

Así las cosas, pronto tendremos oportunidad de constatar cómo se desarrollarán los acontecimientos en nuestra Región, habida cuenta que todos los involucrados han procurado estar a la altura de las circunstancias, capacitándose, poniendo a disposición los establecimientos que exige el nuevo sistema, realizando una oferta importante en el tema de la reinserción, que definitivamente será la piedra angular de un sistema que, haciendo responsables a los jóvenes por las conductas delictivas, pretende como nunca, entregar a los jóvenes las posibilidades de integración a la sociedad, sin discriminarles por su situación de vulnerabilidad o derechamente, procurar un comportamiento que se adecue a las normas de convivencia social.

A nivel regional, cómo Defensoría Penal, hemos sido capaces de contar con un defensor especializado en la atención de jóvenes, que a la vez cuenta con la colaboración de profesionales del área social, capacitando a defensores de las provincias de Huasco y Chañaral, que naturalmente nos sitúa en un buen pié a la hora de la puesta en marcha de esta Ley.

A manera de reflexión, creo que es importante que como sociedad entendamos que esta Ley se aplica a todos los jóvenes sin excepción y no sólo a aquellos que de una u otra manera, por su apariencia, o su historia vital, a simple vista son diferentes a nuestros hijos, y es por ello que será también nuestro deber ser claros a la hora de fijar reglas y pautas de comportamiento de nuestros jóvenes, cuando salen de nuestra esfera de cuidado, pensando sobre todo en fiestas y demás actividades propias de los adolescentes, en que naturalmente pueden verse inmersos en situaciones de riesgo que les podrían acarrear responsabilidad penal.

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