Sala de Prensa

30/11/2011

Ofertas socioeducativas en la ley penal adolescente

La siguiente columna de opinión, escrita por Golda Barrientos, sicóloga de la Defensoría Regional de Antofagasta, fue publicada hoy en El Mercurio de esa ciudad.

Mucho se habla sobre delincuencia juvenil en Chile, especialmente a nivel mediático, pero se tiende a olvidar que la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA), vigente desde junio de 2007, debiera enmarcarse en un proceso de reforma integral y análisis permanente al sistema de atención que se ajuste a los estándares internacionales, donde el Estado sea capaz de ofrecer una oferta socioeducativa especializada de forma eficaz  y eficiente, la cual a la fecha no ha sido del todo posible.

De ahí la necesidad de contar con ofertas socioeducativas reales y permanentes en el tiempo para estos adolescentes, en áreas tan vitales y básicas como son la educación, la salud de forma integral, la habilitación sociolaboral y la capacitación.

Conforme a las estadísticas de Defensoría Regional de Antofagasta, gran parte de estos adolescentes ha desertado tempranamente del sistema escolar, particularmente de la enseñanza básica, donde alarmantemente nacen varias preguntas: ¿Por qué estos adolescentes siendo niños muchas veces han pasado a ser invisibles para el sistema? ¿Nadie se percató, o peor aún, a nadie le importó que no acudieran a estudiar más? ¿Dónde terminan todos aquellos niños y adolescentes que desertan del sistema escolar? ¿Cuáles son los riesgos que enfrenta un niño y/o adolescente cuando deserta del sistema escolar?

Lamentablemente, varios de estos niños y/o adolescentes terminan en la calle, y gran parte son vulnerados y usados por adultos en la comisión de delitos, donde se inician en el consumo de drogas duras, entre otros ilícitos. 

Por ello, urge poder volcar la mirada a la cotidianeidad de éstos y muchos adolescentes, para hacer un análisis crítico desde las autoridades y actores que ejecutan la Ley 20.084, a fin de que no sea un peregrinar el poder acceder a un sistema de salud especializada, o poder matricular a uno de estos adolescentes en el sistema escolar público, por ser considerados jóvenes “problemas”. Que, en cambio, sea para éstos un derecho real el acceso a  estas ofertas.

No puede existir una verdadera reinserción social en estos adolescentes, si no les ofrecemos oportunidades reales, de calidad y efectivas, que aporten a su desarrollo como personas.

Por Golda Barrientos Belone, sicóloga Unidad de Defensa Penal Juvenil Defensoría Regional de Antofagasta.

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