Sala de Prensa

21/12/2011

Defensoría Regional de Aysén resaltó labor institucional a 9 años de vigencia de la reforma procesal

Juan Carlos Rebolledo destacó en la prensa de Aysén los principales hitos regionales desde la instalación de la reforma en la zona, el 16 de diciembre de 2002.

En el noveno aniversario de la entrada en vigencia de la reforma procesal penal en Aysén, el Defensor Regional, Juan Carlos Rebolledo Pereira, hizo un repaso de la historia de este proceso en la zona, los hitos más significativos en la institución y las proyecciones para 2012.

Recordó que el 16 de diciembre de 2002 se puso en marcha en la región uno de los cambios estructurales más importantes que ha tenido la justicia chilena, la reforma procesal penal, la que bajo el slogan “Una nueva justicia para Chile” se institucionalizó con la idea de mejorar el anterior sistema y  entregar a los ciudadanos una justicia que resolviera sus conflictos sociales de forma eficiente, transparente, imparcial y accesible, resguardando tanto los derechos de las víctimas como los de los imputados.

Hasta antes de su aplicación, tanto la investigación como la acusación y la sentencia de un caso criminal estaba en manos de una sola persona, el juez del Crimen. Hoy, bajo este nuevo sistema procesal penal, la responsabilidad de dar respuestas prontas a los conflictos penales y asegurar las garantías individuales de las personas recae en instituciones que nacieron bajo el alero de esta reforma.

Surgieron entonces los juzgados de garantía, los tribunales de juicio oral en lo penal, el Ministerio Público -como organismo persecutor de los delitos- y la Defensoría Penal Pública, institución destinada a prestar defensa  penal de calidad a toda persona que lo requiera.

Pasados nueve años -dijo Rebolledo- “hemos visto crecer este proyecto en la región. Actualmente la Defensoría Regional de Aysén tiene presencia física en Coyhaique, a través de la Defensoría Regional y la Defensoría Local, como asimismo en las comunas de Aysén, Cisnes, Chile Chico y Cochrane, a través de las defensorías locales respectivas”.

En cuanto a su dotación de recursos humanos, la Defensoría Regional de Aysén cuenta con directivos, defensores locales, administrativos y auxiliares (26 en total), a quienes se agregó este año el apoyo de dos abogados licitados, quienes han asumido parte de la carga de trabajo de Coyhaique y Puerto Aysén.

HITOS RELEVANTES Según datos del sistema informático de la Defensoría Nacional, desde el primer día y hasta la fecha se han atendido 119 mil 247 personas imputadas en 16 mil 55 causas en la región.

Los delitos de mayor ocurrencia son las lesiones menos graves (aquellas que producen enfermedad o incapacidad para el trabajo por un tiempo menor a 30 días), así como aquellas producidas en contexto de violencia intrafamiliar (VIF). En segundo lugar se ubican las infracciones a la Ley de Tránsito (conducir en estado de ebriedad), en tercero otros delitos contra la propiedad (hurtos de escaso valor) y, finalmente pero con una muy baja ocurrencia, los delitos de mayor impacto social, como homicidios, delitos sexuales y robos.

En particular, cabe destacar que la mayoría de la población de imputados de la región está compuesta por hombres y sólo un 12 por ciento corresponde a mujeres, las que usualmente no son investigadas por delitos graves y sólo excepcionalmente se les investiga por delitos graves que supongan prisión preventiva y posteriormente cumplimiento de penas privativas en el sistema cerrado. Esta realidad se refleja en los centros penitenciarios de Coyhaique y Chile Chico, los únicos que cuentan con sección femenina, con una población que no supera las cinco internas en total.

De modo complementario al trabajo que realizan los defensores locales en sus jurisdicciones, permanentemente se visitan durante el año localidades tan alejadas como Villa O’Higgins, Lago Verde y Caleta Tortel, con el fin de prestar asistencia jurídica a sus residentes, además de realizar difusión de derechos a adolescentes y adultos, para que sepan qué hacer en caso de enfrentarse con el sistema penal. De modo preventivo, además, se comenta la negativa experiencia que supone para toda persona cometer delitos y estar encerrado.

VIDEOCONFERENCIA Según Rebolledo, desde el 2007 las oficinas de la Defensoría Penal en Coyhaique funcionan también como dependencia en la que se constituye el tribunal de garantía. Esto gracias al sistema de video conferencia, “que nos permite realizar audiencias de garantía a larga distancia en situaciones donde el imputado no puede estar de manera presencial en la zona. Esta herramienta nos ha permitido, entre otros beneficios, agilizar el proceso y evitar de esta forma gastos de traslado de los imputados, de por sí cuantiosos dada la situación geográfica de nuestra región”, explicó.

El Defensor Regional aclaro, además, que parte del trabajo de la Defensoría consiste en visitar a los imputados en prisión preventiva, con el objeto de informarles el estado de sus causas, su situación procesal y resolver sus dudas e inquietudes, de acuerdo con los requerimientos que le haga su defensor.

También se realizan visitas a los condenados, con el fin de asesorarlos en relación a los derechos que los asisten durante el tiempo de cumplimiento de condena y ayudarlos a obtener beneficios intrapenitenciarios, entre otros temas.

“El beneficio de contar con un abogado defensor durante todo el procedimiento penitenciario hasta la completa ejecución de la condena constituye una diferencia esencial comparada con el antiguo sistema, que no contemplaba asesoría jurídica para los condenados”, aclaró Rebolledo.

CONVENIOS INTERINSTITUCIONALES El directivo destacó también la permanente búsqueda de relaciones de cooperación con otros entes públicos y privados que se relacionan directa o indirectamente con la problemática penal. Así, durante 2010 se apoyó la ejecución del programa “Abriendo Caminos”, del Mideplan, que brinda apoyo psicosocial a hijos e hijas de personas privadas de libertad.

“Asimismo, en Puerto Aysén instauramos una ‘mesa de trabajo por la reinserción social de las personas privadas de libertad’, que integran la municipalidad, la Gobernación de Aysén,  el Serplac,  el Consejo de la Cultura, Gendarmería y la Defensoría Regional de Aysén. El objetivo es analizar la situación de las personas privadas de libertad y buscar alternativas para su reinserción y el apoyo de sus familias”.

Sobre este mismo tema, también durante 2010 se firmó un convenio de cooperación tripartito de colaboración con el Consejo Regional de la Cultura y las Artes y Gendarmería, para poder ejecutar acciones conjuntas tendientes a elaborar programas o actividades culturales que contribuyan a crear espacios de expresión artística y a facilitar el acceso a las manifestaciones culturales para quienes se encuentren privados de libertad en los recintos penitenciarios de la región.

“También fuimos pioneros en idear y apoyar la instalación en Coyhaique de una sala de venta de productos elaborados por los internos que fuese accesible al público, de manera de favorecer la venta de estos productos y ayudar económicamente a los internos y sus familias. A partir de la disposición de Gendarmería, a fines del año pasado se creó este local de venta, que hoy funciona en calle Simpson, al llegar a Avenida Ogana”, dijo Rebolledo.

PROYECCIONES 2012 Respecto de las proyecciones para el año próximo, el Defensor Regional aseguró que “se presentan desafíos que pasan por seguir mejorando la calidad de la prestación que otorgamos a  nuestros usuarios, sea en materia de defensa de adultos o jóvenes y en materia penitenciaria e indígena”.

Según Rebolledo se debe consolidar el programa de difusión de derechos, “pues a pesar del tiempo transcurrido, aún nos encontramos con muchas personas que desconocen incluso la existencia de la institución y -más aún- sus derechos y la forma de desenvolverse frente a una citación policial o del tribunal”.

“Siempre será bueno continuar con las actividades que proporcionen una mayor y mejor coordinación con el Ministerio Público y los tribunales de justicia, en pos de una mejor defensa y ejercicio de los derechos de los imputados, obviamente desde nuestra perspectiva, pues de modo alguno puede entenderse que la búsqueda de acuerdos con los otros intervinientes pase por olvidar que nuestro centro y razón de ser es el imputado”.

Finalmente y como desafío, Juan Carlos Rebolledo mencionó la idea de generar las acciones que sean necesarias para renovar la mística y el empuje con el que se ingresa a trabajar en la Defensoría, “sabiendo que se trata de una actividad en que estamos en contacto con personas carenciadas, vulnerables, que tienen en muchos casos sólo al defensor como apoyo a su verdad y a su interés de que se haga justicia en su caso concreto”.

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