Sala de Prensa

12/03/2012

Absuelven a joven que fue imputado por defectuoso reconocimiento fotográfico

Defensora pública Jacqueline Stubing acreditó errores de procedimiento y probó que Cristóbal Zamora Rojas estaba es su lugar de trabajo a la hora en que ocurrió el ilícito.

Un singular lunar sobre el labio superior fue la causa por la que Cristóbal Eduardo Zamora Rojas, 23 años, se vio involucrado en un delito de robo con intimidación que afectó a tres menores y que, a la larga, le significó estar en prisión preventiva durante casi seis meses y perder su trabajo, entre otras consecuencias.

La noche del 14 de junio de 2010, tres adolescentes de entre 14 y 15 años caminaban por avenida Rodrigo de Araya al llegar a Ramón Cruz, comuna de Macul, cuando dos sujetos los amenazaron con un arma de fuego y les robaron una mochila y un celular.

Al hacer la denuncia, los menores recordaban que la principal característica de uno de los agresores era un lunar sobre el labio superior. Carabineros confeccionó entonces una carpeta con nueve fotos, que Eduardo Zamora pasó a integrar por el hecho, precisamente, de tener un lunar en la cara.

Durante el juicio, realizado ante el Séptimo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, la defensora pública licitada Jacqueline Stubing interrogó a las jóvenes víctimas y dos de ellas reconocieron que se les mostraron las fotos a todos simultáneamente y no por separado, como debe ser para evitar sugestiones.

Además, comprobó que de las nueve personas incluidas en las imágenes, el imputado era el único que tenía el lunar sobre el labio superior, tal como lo hizo ver ante el tribunal, explicando que se trató de una clara inducción.

TESTIGO DETENIDO

Un momento inusual del juicio ocurrió cuando un testigo central de la defensa fue llevado al tribunal en calidad de detenido, luego de que se negara a concurrir voluntariamente a la audiencia. Se trataba de Manuel Alejandro Rodríguez Destefani, ex empleador de Eduardo Zamora, quien al declarar finalmente confirmó que el joven se encontraba cumpliendo su jornada laboral en su vidriería de la comuna de La Florida a la misma hora en que se cometió el delito en Macul.

Finalmente y por unanimidad, los jueces del tribunal resolvieron absolver al imputado y  argumentaron en su fallo que el reconocimiento no sólo fue sugestivo con las víctimas, sino que tenía tal cantidad de infracciones que resultaba imposible validarlo.

Consultada sobre ello, Jacqueline Stubing se mostró satisfecha, pues fue precisamente ese procedimiento viciado el que involucró a su defendido, ya que aparte de la señal del lunar, los menores no fueron capaces de describir ninguna otra característica de sus reales agresores, cosa entendible por la oscuridad del lugar y lo rápido que ocurrieron los acontecimientos.

Al término de la audiencia en que se dio lectura a la sentencia, Cristóbal Zamora Rojas abrazó a su novia, con la que tiene un hijo. Sobre su futuro comentó que lo primero que hará será salir a buscar trabajo, ya que la empresa de piscinas que tenía se perdió cuando quedó detenido.

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