Sala de Prensa

20/06/2007

Servicios en beneficio de la comunidad. Ley de Responsabilidad Penal Adolescente

Columna de José Fuentealba, Defensor Penal Público de Antofagasta

Dentro del catálogo de penas que contempla la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, se incluye la realización de servicios en beneficio de la comunidad. Este consistente en la realización de actividades no remuneradas a favor de la colectividad o en beneficio de personas en situación de precariedad.

Se trata de una sanción que busca vincular al adolescente con su comunidad, generar una pertenencia, una inclusión social y por tanto, dejar de lado las penas desocializadoras. En efecto el joven se encuentra en un proceso de socialización de formación de sus características de personalidad, de tránsito a la vida adulta y la respuesta penal debe facilitar ese proceso. Es así como el legislador ha impuesto un límite diario a prestación de servicios, no más allá de cuatro horas, a fin que el cumplimento de la sanción no afecte la actividad educacional ni su vinculación familiar.

La prestación de servicios por parte del adolescente infractor de ley penal, está destinado a cubrir necesidades reales de una colectividad, servicio que es planificado institucionalmente por aquellos órganos colaboradores del Servicio Nacional de Menores SENAME. Son estos organismos quienes deben gestionar que las organizaciones sociales, públicas o privadas abran espacios a los jóvenes, dando a conocer los fines de tales servicios, sus fundamentos, para conseguir en definitiva la colaboración de la comunidad.

En está tarea es fundamental que la sanción debe participar de la finalidad de toda pena impuesta en el marco de la citada ley, esto es, debe formar parte de una intervención socioeducativa amplia. Así la sanción puede expresarse en actividades para el joven, de muy variada naturaleza pero con un contenido, vale decir que le signifiquen un desarrollo de sus capacidades, habilidades, conocimientos, en suma que exista un crecimiento personal.

La ley ha señalado expresamente que para imponer tal sanción requerirá acuerdo del condenado, lo que impone la carga a los entes encargados de articular tales servicios. Se trata de buscar aquellas actividades que motiven al adolescente, que recojan sus intereses, de manera que lo estimulen a cumplirlas. En este contexto existe un desafío a la creatividad e imaginación de los actores del sistema penal juvenil a fin que la pena cumpla los objetivos previstos por el legislador.

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