Sala de Prensa

11/05/2012

Fue organizada por la concesionaria de la cárcel de Rancagua

DPP de O’Higgins participó de la “V Feria de Servicios y Reinserción Social”

Por quinto año consecutivo, la empresa Siges invitó a nuestro servicio a esta actividad, para exponer los proyectos de resocialización impulsados por la Defensoría Regional y atender las consultas de los internos.

La cárcel de Rancagua fue la primera del país en adoptar el sistema de concesiones. Desde 2005 que la empresa Siges administra este centro penitenciario, entregando a más de dos mil internos e internas los servicios básicos para su estadía en el penal, además de algunas alternativas de desarrollo y resocialización.

Es en este marco en el que durante los últimos cinco años se ha realizado allí una feria de servicios y reinserción social a la que han sido citadas las instituciones que pueden apoyar el desarrollo personal de los internos mientras terminan sus condenas o -mejor aún- darles una mano cuando vuelven a la calle.

En el caso de la Defensoría Regional de O´Higgins, el apoyo es intramuros, pues son cientos las personas condenadas que han sido abandonadas por sus abogados y -peor aún- por sus familias, por lo que ven en esta instancia la única posibilidad de orientación frente a su situación ante la justicia.

APOYO DE PASANTES
En esta oportunidad el Defensor Regional, Alberto Ortega, estuvo acompañado por un grupo de postulantes a abogados que por estos días realizan su pasantía en la DPP, quienes fueron de gran ayuda para atender a las decenas de internos que llegaron buscando alguna orientación.

“Mientras no exista en esta región la defensoría penitenciaria, es importante otorgarle este servicio a los condenados, pues ellos se sienten abandonados por el sistema y suelen tener muchas dudas, especialmente frente a las posibilidades de optar a beneficios o la unificación de condenas”, explicó Ortega.

Interesante fue la experiencia también para los abogados postulantes, pues muchos de ellos no habían ingresado nunca a la cárcel y esta experiencia les ayudó a descubrir qué pasa tras los muros y a poner en práctica lo aprendido en derecho penal. “Es bueno saber cuál puede ser la consecuencia del trabajo mal hecho por un abogado. Es importante tener esta visita a la cárcel presente cada vez que atendamos a un usuario o cliente que consulte una causa penal”, comentó uno de ellos.

Al término de la jornada los internos agradecieron la asistencia de los servicios a la actividad y destacaron lo importante que es para ellos conocer el abanico de oportunidades y los respaldos que podrán recibir una vez cumplidas sus condenas: “Gracias a la visita de ustedes ya no nos sentimos tan solos”, terminó agradeciendo Pablo, el interno que actuó como anfitrión durante la jornada.

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