Sala de Prensa

28/06/2007

Lo detuvieron por un delito que no cometió: Horrible pesadilla de joven magallánico

Imputado que fue sorprendido en delito flagrante exhibió una cédula de identidad ajena, en un hecho registrado en abril de 2004 en Puerto Montt.

Una verdadera pesadilla vivió Alex Robinson Espinoza Arismendi, un joven puntarenense de 25 años de edad, que fue detenido por un delito que no cometió y que incluso lo llevó a perder su trabajo.

El 15 de febrero de este año la Policía de Investigaciones detuvo a Alex Espinza en Punta Arenas tras una orden de detención emanada del Tribunal de Garantía de Puerto Montt. Ese día supo que era imputado por el delito de violación de morada y que se requería su presencia en la Región de Los Lagos para efectuar un juicio simplificado en su contra.

Una vez en la audiencia se informó de que en abril de 2004, dos individuos fueron sorprendidos por la Brigada de Robos de Investigaciones cuando trataban de ingresar a una casa de la población Socovesa Cardonal de Puerto Montt. Uno de ellos exhibió un carné de identidad perteneciente a Alex Robinson Espinoza Arismendi (quien lo había extraviado tiempo antes).

Espinoza insistió en que era inocente e incluso, a solicitud de la defensa, se compararon los registros de audio, encontrando severas diferencias en los tonos de las voces del suplantador y el original. El fiscal a cargo del caso, Marcelo Maldonado, decidió seguir adelante con la causa y se fijó una audiencia de juicio simplificado. En ésta, Pamela Salgado -fiscal que reemplazó a Maldonado- aplicó principio de oportunidad (no se seguirá adelante con la acción penal) y se solicitó que se eliminen los registros policiales del afectado.

Por su parte, el abogado defensor, Jorge Matzner, señaló que su defendido sufrió un grave perjuicio con esta situación, llevándolo incluso a perder su trabajo (en la Zona Franca de Punta Arenas) producto de las ausencias laborales provocadas por el proceso.

Alex Espinoza, asesorado por su abogado defensor, presentó en abril de este año una denuncia ante el Ministerio Público por usurpación de identidad, de la cual hasta la fecha no tiene mayores antecedentes.

El afectado además debió desembolsar dinero para pagarles el viaje y la estadía a dos testigos que declararían que se encontraba trabajando en Punta Arenas en la fecha en que se produjo la violación de morada en Puerto Montt.

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