Sala de Prensa

12/07/2012

Exitosa labor de la defensora pública Gabriela Villablanca

Absuelven a imputado que fue acusado injustamente de asaltar restorán chino

Cliente fue a reclamar por comida en mal estado, pero fue agredido por los dueños: no sólo perdió un ojo al recibir el disparo de un rifle a postones, sino que estuvo un año y tres meses en prisión preventiva.

Manuel Ignacio Bastías Ravera nunca imaginó que unos arrollados primavera en mal estado iban a costarle tan caros. El 25 de marzo de 2011 y a propósito de una reunión familiar,  fue a comprar estos productos al restorán de comida china Hong-Fa, ubicado en Fermín Vivaceta N° 1136-A, comuna de Independencia, a dos cuadras de su casa.

El local era atendido por sus dueños -una familia china que hablaba muy poco español- y previamente Bastías había concurrido varias veces a comprar allí. Ese día, sin embargo, al volver a la casa, sus invitados encontraron que los arrollados estaban en mal estado, por lo que el hombre volvió al lugar para reclamar.

Nunca imaginó que esa sería la peor decisión de su vida, pues literalmente le costó un ojo de la cara. Y no sólo eso, porque también le significó pasar un año y tres meses privado de libertad.

VERSIÓN DEL ASALTO

Al llegar Carabineros al lugar, los policías encontraron a Manuel Bastías tumbado en la vereda, en la entrada del local. Los propietarios del restorán dijeron entonces que el herido llegó acompañado de otro sujeto y que ambos estaban armados con cuchillos, tras lo cual los habrían amenazado para que les entregaran el dinero recaudado. Fue esta misma versión la que sirvió a la fiscal Ninoska Mosnich para acusar a Bastías por el delito de robo con intimidación.

Sin embargo, el Segundo Tribunal Oral de Santiago -integrado por su presidenta, Nora Rosati, y por los magistrados Pablo Toledo y Mauricio Rettig- notó contradicciones insalvables entre las presuntas víctimas en este punto del relato.

Xinquidang Dai, el hijo del dueño, dijo haber estado en la caja cuando entraron los supuestos asaltantes, por lo que según él reaccionó y trajo un machete desde la cocina, con el cual empezó a repeler el ataque. Agregó que mientras el más joven de los asaltantes extraía de la caja cerca de 50 mil pesos, él peleaba con el de más edad, es decir Manuel Bastías.

Haixion Dai, dueño del restorán Hong-Fa, contó que al momento del asalto salió desde la cocina para ayudar a su hijo con un rifle a postones, con el que disparó en la cara al imputado. Los proyectiles impactaron en el ojo derecho de Bastías, provocándole una explosión ocular. El padre añadió que Bastías siguió peleando contra su hijo desarmado -no vio que portara un machete-, y éste explicó que el imputado cayó en la entrada de la casa.

CONTRADICCIONES

En este punto la defensora penal pública Gabriela Villablanca -quien representó a Bastías-hizo notar una contradicción muy relevante, pues si su defendido efectivamente  se desmayó en la entrada del local, la explicación de porqué Carabineros le encontró un cuchillo en una mano puede ser otra.

El detalle fue recogido en la sentencia, según la cual “…si (Bastías) quedó en el suelo inconsciente, no podría descartarse un origen distinto del hallazgo del cuchillo en poder del acusado, máxime si se considera que en dicho establecimiento existían cuchillos de similares características e idéntica marca”.

El fallo también resaltó el hecho de que el hijo del dueño dijera que su padre no disparó. “Tal contradicción tiene bastante relevancia, toda vez que el testigo Xinquinag Dai es el único testigo presencial de la intimidación inicial y, por lo tanto, la credibilidad de su relato debe ser consistente, cuestión que en este caso no acontece, debido a las contradicciones e inconsistencias que presenta con el testimonio de su padre”.

ASALTO ANTERIOR

Gabriela Villablanca consideró posible que todo lo ocurrido haya sido producto de un error, ya que al ver el airado reclamo de Manuel Bastías, el joven hijo del dueño pensó que se trataba de un asalto y por eso buscó el machete y alertó a su familia. Esto pudo verse motivado porque un año antes de estos hechos, los dueños del restorán vivieron la traumática experiencia de ser efectivamente asaltados.

“El dueño reconoce que al creer que había un asalto salió de la cocina y golpeó con la culata del rifle a mi defendido en la cabeza y luego le disparó. Estas lesiones eran visibles. Sin embargo, ni él ni su hijo tenían ninguna lesión, lo que resulta inverosímil si realmente se hubiera producido una pelea a cuchillo y a machete, como declararon con muchas contradicciones entre sí el padre y el hijo”, explicó la abogada.

Agregó que el tribunal valoró también la observación de uno de los carabineros que llegó al procedimiento, en cuanto a que en el local había varios cuchillos iguales al que el imputado tenía en su mano cuando fue encontrado semi inconsciente en el piso por la policía. Además, según la defensora, en el sitio del suceso no se encontró ninguna pista del supuesto acompañante joven del imputado, quien según los dueños del local se dio a la fuga.
Después de pasar 15 meses en prisión preventiva y quedar con un daño físico grave y permanente como la pérdida de su ojo derecho, Manuel Bastías Ravera se mostró feliz de recuperar su libertad, por lo que agradeció a su defensora por lograr su absolución. También adelantó que espera poder ejercer acciones legales en contra de quienes lo perjudicaron tan gravemente, y espera que su falta de recursos no le impida obtener justicia.

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