Sala de Prensa

17/07/2012

Columna de opinión:

Pandillas juveniles y rehabilitación

El siguiente artículo, escrito por la psicóloga Golda Barrientos, fue publicado hoy en el diario El Mercurio de Antofagasta.

Los jóvenes adheridos a pandillas con frecuencia se encuentran en una búsqueda de identidad (Horta, 2007), por lo que pueden hallar en estos grupos una familia "simbólica". De ahí emerge la relevancia de entender a los integrantes de las pandillas como actores sociales, que emergen por la carencia de una familia contenedora y protectora y por falta de oportunidades.

Jesús Martín Barbero, doctor en filosofía con experticia en cultura y medios de comunicación, manifiesta que la aseveración de que entre los jóvenes se están perdiendo los valores se trata de una "preocupación de corte moralista, incapaz de comprender, de dar cuenta de la transformación que los valores están atravesando"...y que..."en todo caso, donde se están acabando los valores no es entre los jóvenes, ellos están haciendo visible lo que desde hace tiempo se ha venido pudriendo en la familia, en la escuela y la política" (1998).

Según la Organización Mundial de la Salud (2002), puede alentar a los jóvenes a adherir a las pandillas un déficit o debilitamiento de factores socioeconómicos, familiares, interpersonales y de la comunidad; donde se visualizan factores de riesgo como la carencia de oportunidades económicas, en el contexto de una sociedad que incita un consumismo de forma agresiva.

Esto, sumado a una deserción escolar temprana -invisibilizada por los mismos centros educativos-, con una ausencia de orientación, supervisión y sostén de los padres y otros integrantes de la familia, donde muchas veces hay distintos tipos de violencia y negligencia en el hogar.

Si no modificamos los entornos sociales cotidianos en que los jóvenes se desenvuelven, será ineficiente cualquier política de prevención en delincuencia juvenil. Es indispensable superar la marginalidad y la exclusión social, por lo cual la intervención al problema debe ser coordinada intersectorialmente, desde los ámbitos públicos y privados, con el extenso entramado social.

La rehabilitación, orientada solamente a la reclusión y privación de libertad, carece de proyecciones integradoras, corriendo el riesgo de transformarse en un lugar de aislamiento social que, en vez de reinsertar socialmente, se convierta en una plataforma de perfeccionamiento de las destrezas delictivas.

Por Golda Barrientos Bellone,
Psicóloga de la Defensoría Regional de Antofagasta.

  • subir
  • imprimir
  • volver