Sala de Prensa

30/07/2012

Entrevistado por el periodista Claudio Fuentes, en el programa “La Mañana Entretenida”

Defensor Regional de Coquimbo amenizó la mañana de radio El Faro de La Serena

Durante una hora y media, Alejandro Viada comentó distintos temas, desde los inicios de la reforma procesal penal hasta el errado concepto de la “puerta giratoria”.

Los inicios del actual modelo de justicia penal, la misión de la Defensoría y el debate sobre la “puerta giratoria” fueron algunos de los temas que el Defensor Regional de Coquimbo, Alejandro Viada, abordó durante una extensa entrevista en radio El Faro de La Serena.

El directivo conversó distendidamente con el periodista Claudio Fuentes en el programa “La Mañana Entretenida”. Al principio de la entrevista, Viada rememoró los inicios de la entonces denominada reforma procesal penal y alabó que a diferencia del antiguo sistema criminal, hoy contemos con una justicia transparente, rápida y altamente publicitada.

“De las audiencias y a través de los medios de comunicación, la comunidad conoce casi instantáneamente los hechos y sus presuntos responsables”, comentó.

También planteó que -a su juicio erróneamente- la comunidad responsabiliza a esta justicia penal por una alta percepción de inseguridad, frente a lo cual aclaró que ésta no fue creada como una herramienta de prevención del delito. “Muy por el contrario, fue implementada para aplicar una sanción proporcionada, justa, respetando las garantías de víctimas y victimarios en un proceso penal”.

“PUERTA GIRATORIA”

Consultado sobre la labor de la Defensoría, Alejandro Viada sostuvo que generalmente la opinión pública malinterpreta su misión y cree que al representar a un imputado sólo se pretende su absolución. Sin embargo, los defensores públicos “no buscamos impunidad. Al contrario, buscamos una condena justa, velando por los derechos y la dignidad de las personas”.

En el mismo sentido, el Defensor Regional dijo estar en desacuerdo con el concepto de “puerta giratoria”, pues con el sistema actualmente vigente las penas son mucho más rigurosas.

Finalmente, señaló que la opinión pública debe entender que para condenar a un imputado, el Ministerio Público debe presentar pruebas fehacientes y muy bien fundamentadas, situación que no siempre ocurre, de modo que los jueces, al no estar cien por ciento convencidos sobre la culpabilidad de alguien, resuelven absolverlo.

“Por ejemplo, durante 2011 los defensores penales públicos de la Cuarta Región lograron un 45 por ciento de absoluciones, representando a 799 imputados en 587 juicios orales”, informó.

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