Sala de Prensa

23/08/2012

El objetivo fue acercar la justicia a las zonas más aisladas de la región

Defensoría Regional de Aysén difundió su labor en Melinka

Las actividades realizadas consideraron audiencias penales, atención de público y la difusión de derechos entre los vecinos.

Melinka es una pequeña isla ubicada en la comuna de Las Guaitecas, al noroeste de la extensa Región de Aysén. Precisamente ese fue el escenario de una serie de actividades, llevadas a cabo recientemente para acercar la justicia a las localidades más alejadas de la zona, y en todas las cuales la Defensoría Penal Pública estuvo presente.

De esta manera, Sebastián Lagos, abogado de la Defensoría Local de Puerto Cisnes, se trasladó por barco desde Puerto Chacabuco hasta Melinka,  para participar -entre otras actividades- en un tribunal en terreno realizado el pasado 8 de agosto en esa localidad.

“Considerando que Melinka no es asiento de tribunal, concurrimos todos los actores de la justicia penal para realizar audiencias y actuaciones propias de nuestras labores, con lo que se evitó que muchas personas tuvieran que trasladarse hasta Puerto Cisnes, que es donde está ubicado el tribunal más cercano”, explicó Lagos. 

Entre las numerosas audiencias realizadas, hubo muchas relativas a acuerdos reparatorios, “en los que los melinkanos se pidieron disculpas públicas por situaciones ocurridas y que habían empañado su relación como vecinos”, dijo el abogado de la Defensoría.

También se efectuó una plaza ciudadana, llevada a cabo en la escuela local, donde el abogado Lagos atendió las preguntas e inquietudes de los vecinos, para luego conceder una entrevista en los estudios de la radio “La Voz de Melinka”.

José Mansilla, habitante de la isla, valoró la presencia de la Defensoría en la localidad, porque les permitió resolver situaciones pendientes en el ámbito penal. “Además, pudimos conocer nuestros derechos y garantías frente la justicia”, comentó.

Sebastián Lagos destacó que este tipo de acercamientos a la comunidad son muy necesarios, sobre todo en la extensa Región de Aysén, cuyos centros poblados están muy dispersos.

“Si los servicios acudimos a estas zonas, evitamos que muchas personas que generalmente no cuentan con los recursos económicos suficientes, se trasladen hasta dónde  hay tribunales. En una embarcación de la Armada tardamos ocho horas en llegar, con una navegación complicada, con mucho oleaje. Tanto así, que de los dos barcos que viajaban, sólo el nuestro pudo llegar, y el otro se quedó en Puerto Aguirre, porque el puerto se cerró por las malas condiciones climáticas. Sin embargo este tiempo fue mucho menor al que tardan los habitantes de la zona en llegar al continente, en embarcaciones mucho menos equipadas”, precisó.

Lagos también destacó el trabajo realizado en materia de difusión de derechos con estas personas, que viven en condiciones de gran aislamiento.


 

  • subir
  • imprimir
  • volver