Sala de Prensa

10/07/2007

Joven imputada fue mantenida toda la noche sin zapatos en una celda

En histórica helada capitalina, el Tribunal reconoció trato inhumano, pero no acogió la ilegalidad de la detención.

Envueltos en sus gruesos abrigos los defensores Felipe Mardones y Alejandro Hurtado comentaban el intenso frío matinal que se hace sentir en la zona de transición, mientras esperaban la llegada de los imputados detenidos la jornada anterior.

Sentados en el cubículo de la zona 1 de Santiago ven que al otro lado del vidrio ingresa una joven con aspecto de quinceañera visiblemente afectada por el frío. Al conversar con la muchacha contó que  fue acusada de haberse robado las zapatillas que calzaba, con las que entró a la multitienda Ripley. Impresionado el defensor Felipe Mardones vio que los pies descalzos de Cindy Patricia González Olae, de 18 años, estaban posados sobre el gélido piso de cemento sin zapatos.

Al momento de la audiencia  ante la jueza del Séptimo Tribunal de Garantía de Santiago Cecilia Pastén, el defensor representó la inhumanidad del trato dado a la joven que debió sufrir el frío reinante al pasar descalza toda la noche en un calabozo en la Segunda Comisaría de Carabineros. El abogado agregó que el trato vejatorio continuó al ser subida en igual condición al camión de Gendarmería y trasladada a la ex Penitenciaría para pasar posteriormente al tribunal del Centro de Justicia de Santiago. Finalmente, representó la ilegalidad de la detención ya que nadie vio a la joven robando y nadie encontró los zapatos con que supuestamente habría entrado al local antes de cambiárselos por las zapatillas presuntamente robadas. Concluyó que la versión de la imputada era perfectamente coherente con el hecho de que ella no tiene antecedentes penales previos.

La magistrada coincidió con el trato inhumano dado a la joven, sin embargo no acogió la ilegalidad de la detención. El fiscal Alejandro Godoy aseguró que ni Carabineros ni Gendarmería le comunicaron que la imputada estaba descalza. En definitiva, la jueza Cecilia Pastén envió un oficio a ambas instituciones uniformadas para que informen sobre el trato dado a la joven.

Cindy González quedó formalizada por el delito de hurto falta y fue dejada en libertad. Pero, sin dinero y sin zapatos no le era posible trasladarse a su casa en San Bernardo. Así la Defensoría Penal Pública, a través de la Unidad de Atención de Imputados de la Regional Metropolitana Norte le proveyó un radio taxi. Afortunadamente esta vez la espera de Cindy fue en la calefaccionada sala del tribunal.  

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