Sala de Prensa

26/12/2012

Columna de opinión:

Lecciones del 2012

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional del Maule, fue publicado hoy en el diario El Centro de Talca.

Nuevamente nos damos cuenta que el ciudadano de nuestro país no es el mismo. Si ya el año 2011 fue pródigo en manifestaciones ciudadanas, este año que se va también lo fue.

El punto es que la respuesta estatal ante los conflictos sociales, educacionales, étnicos, ambientales o económicos no debe ir exclusivamente direccionada a la herramienta penal. Con el derecho penal no se juega. Es la última barrera que la sociedad debe ocupar cuando se lesionan gravemente los valores que ella se ha puesto como ejes de protección.

Así, durante este año hemos visto tal vez más de lo deseable -en casos como los denominados ‘Pitronello’ o ‘Bombas’-  que el derecho penal tiene vida propia y no puede ser forzado a ser lo que no es, ni ser utilizado con fines mezquinos ni egoístas. Las protestas sociales tampoco pueden únicamente canalizarse a través de tipos penales añejos del Código Penal, sino que deben atenderse de una manera integral, generalmente distantes de la cárcel y la criminalización.

El tema de los comuneros mapuches en el sur es muchísimo más complicado que la sola aplicación o no de la Ley Antiterrorista, pues exige un esfuerzo de las autoridades y de todos los chilenos para que la visión de dos pueblos diferentes confluya en una sola, la de una nación chilena.

Los temas ambientales o de la esfera de lo privado tampoco deben ser artificialmente guiados a un conflicto penal. Así se colige del reciente resultado del denominado “caso Caimanes” en la Cuarta Región, en que otra vez se absolvió a todos los acusados.

Es decir, a riesgo de desprestigiar y deslegitimar el sistema, no se puede seguir avanzando en el uso del derecho penal como respuesta, en ver a “enemigos” en todos lados. Se debe racionalizar su uso -tanto por persecutores estatales como privados- y centrar las soluciones en otras instancias que, generalmente, traen más réditos que una absolución o una injusta condena. Pidamos entonces a 2013 que nos traiga este desafío.

Por José Luis Craig Meneses.
Defensor Regional del Maule.

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