Sala de Prensa

19/01/2013

Inocentes tras las rejas: Historias de vidas truncadas e increíbles fallas en el sistema penal

A mediados de este año, la Defensoría Penal Pública lanzará un sitio web donde dará a conocer una treintena de casos de personas que fueron acusadas por crímenes que no cometieron. Violaciones, robos y homicidios son algunos de los cargos que hicieron que muchos estuvieran hasta más de un año tras las rejas... Hoy están en libertad, pero ninguno ha recibido reparación, y los verdaderos culpables de los delitos no han sido identificados.

POR: FERNANDO DUARTE M./LA SEGUNDA

Acusado de violación: La víctima lo confundió... Estuvo detenido en la cárcel El Manzano

El 16 de julio de 2009 Sergio Arzola fue formalizado por violar a una joven en Talcahuano.

Veinticuatro horas antes de ser puesto a disposición del juzgado de garantía del puerto, el imputado había sido detenido justo cuando llegaba a su domicilio.

En plena vía pública, el trabajador de 27 años fue aprehendido por siete funcionarios de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones de Concepción.

El argumento para detenerlo fue que lo reconocieron como la persona que el 22 de marzo del mismo año, a las ocho de la mañana, tomó por el cuello a la víctima -quien se encontraba a unos 50 metros de su casa- y tras pedirle dinero, la arrastró hacia un sitio eriazo donde la golpeó y violó brutalmente.

Así se inició la causa en contra de este hombre que estuvo privado de libertad durante nueve días.

¿Cómo se llegó a esto? Durante la investigación, la PDI tomó declaraciones a varios vecinos del sector donde ocurrieron los hechos e incluso realizaron registros fotográficos de algunos sospechosos, diligencias que no arrojaron resultados favorables, explican en la Defensoría.

En este contexto, el 23 de junio de 2009 un vecino (tras ver un retrato hablado que fue confeccionado en base a las características que proporcionó la afectada) señaló que "se parecía a un sujeto de apellido Arzola".

Trece días más tarde funcionarios de la Brisexme llegaron a la casa de la familia Arzola e interrogaron al hermano del imputado.

Una semana después (el 13 de julio a las 21:30 horas) los detectives fueron al domicilio de la víctima para exhibirle un cuadro fotográfico con el rostro de Sergio Arzola, a quien -según el acta de reconocimiento realizado por una inspectora de esa brigada- la joven reconoció espontáneamente.

Dos días más tarde el sujeto fue detenido y sindicado por la policía civil como el autor del delito de violación, siendo encarcelado en el centro penitenciario El Manzano, de Concepción.

Sólo el examen de ADN determinó que el perfil genético del imputado no era coincidente con el del agresor, por lo que Arzola fue puesto en libertad tras pasar 9 días detenido. Hasta el día de hoy el autor de la violación no ha sido identificado.

"Perdí a mi mujer, a mi hija, no tengo trabajo y hoy vivo en la calle"

"Arruinaron mi vida".

Así resume Mauricio Orellana la experiencia que hace más de 6 años lo hizo perder todo... incluso a su familia.

En septiembre de 2006 y tras salir del trabajo, este obrero pasó a comprar un pollo al supermercado Santa Isabel que queda frente a la ex Posta Central.

Apenas entró, asegura, los guardias le dijeron que estaba ebrio, por lo que lo conminaron a retirarse. Como no había consumido alcohol, los ignoró y fue a comprar el pollo.

Acto seguido sacó una cerveza, la abrió y le dio un sorbo. "En ese momento sentí un golpe en la nuca", recuerda Orellana, quien vio como uno de los guardias se le abalanzaba. Mientras intentaba explicarle que no robaba, otro se le tiró encima y se trenzaron a combos.

En medio del alboroto, una cajera -Rosa Hidalgo- corrió a la ex Posta para alertar a Carabineros. Justo cuando cruzaba la calle, un auto le golpeó el brazo dejándole una marca, la misma que aseguró le había provocado Orellana mientras intentaba asaltarla con un cuchillo.

A raíz de eso, fue detenido y formalizado por robo con violencia. "Estuve en la Penitenciaría y en Santiago Uno", recuerda Orellana, quien señala que mientras estaba preso, la fiscal del caso citó cinco veces a declarar a la cajera del supermercado... sólo en la última acudió y reconoció que todo era mentira. Tras 9 meses en prisión, el tribunal determinó que debía ser puesto en libertad.

"Perdí a mi mujer, mi hija no quiere saber de mí, no tengo trabajo y vivo en la calle", dice hoy el hombre que en el día deambula por el centro de Santiago y por las noches duerme en una de las bancas del bandejón central de la Alameda, cerca del metro Moneda.

Detenido por más de un año por un homicidio que no cometió

Corrían las primeras horas del 2 de julio de 2010 en Marchigüe (VI Región) cuando un sujeto ingresó al domicilio de Arturo Ogass, un anciano de 80 años quien fue golpeado y luego ahorcado para supuestamente sustraerle $ 50 mil en efectivo.

A raíz de eso Arturo González Moreno fue detenido por el delito de robo con homicidio. El sujeto -quien era conocido de la víctima- permaneció en prisión preventiva durante 395 días.

La única prueba para acusarlo, dicen en la defensoría, era la declaración de una persona reconocida como alcohólica, quien habría señalado que escuchó a Arturo González atribuirse la muerte del anciano
La inocencia del acusado quedó determinada luego que el testigo de oídas no se presentara al Tribunal del Juicio Oral en lo Penal de Santa Cruz, pues se encontraba en estado de ebriedad en ese momento.

Además, durante las audiencias, la defensa dio cuenta que en el momento en que el anciano fue asesinado el imputado se encontraba viendo televisión con los familiares de la víctima. Cuestión que según la data de muerte del fallecido, fue reconocida por un perito del Servicio Médico Legal (SML).

Si bien se llegó a una absolución y la inocencia de Arturo González fue reconocida, recalcan en la defensoría, nadie le devolverá los 395 días por los cuales fue injustamente privado de libertad.

Defensor nacional: La idea es evidenciar las fallas, impulsar un debate y mejorar el sistema

En Estados Unidos, el 70% de los reconocimientos visuales son erróneos.

En Chile no hay estudios al respecto, pero no debiera ser tan diferente. Y también hay problemas con falsas confesiones (ebrios, enfermos mentales, bajo apremio), falencias científicas en los procedimientos periciales o incluso que los defensores no hacen su trabajo como corresponde.

Con esa idea es que el defensor nacional, Georgy Schubert, está impulsando el "Proyecto inocente", para dar a conocer casos donde la justicia ha errado.

El objetivo final es evidenciar las fallas del sistema judicial chileno, para así impulsar un debate de fondo y a partir de eso mejorar, explica.

El modelo fue tomado de "Innocence Project", creado en 1992 por el abogado norteamericano Peter Neufeld. Claro que allá -valiéndose de los avances tecnológicos en ciencia forense (exámenes de ADN, por ejemplo) y de que las pruebas se guardan durante años- varios condenados han vuelto a caminar por las calles.

En el sistema penal chileno, debido a que es muy difícil revertir un fallo condenatorio, básicamente está orientado a causas donde un inocente estuvo en prisión preventiva. Lo clave, eso sí, recalca Schubert, es que el proceso exculpatorio no haya sido por falta de pruebas, sino porque se demostró que el imputado no tuvo responsabilidad.

Una vez identificado un caso por parte del defensor respectivo, pasa a un comité editorial especializado, que finalmente decide su aprobación.

Desde 2011 el plan está en todas las regiones del país. La idea es que a mediados de este año, en una página web, se den a conocer al menos 30 casos de personas que fueron encarceladas injustamente.
El tema, indica Schubert, no es que se cometa un error, porque todos los sistemas de justicia los tienen, sino reconocerlo y mejorar. "Cuando un inocente es acusado y llevado a la cárcel, el verdadero culpable quedó en la impunidad", explica el defensor.

A futuro podrían pedirse indemnizaciones

En un siguiente paso, adelanta, podría empezar a discutirse la posibilidad de que estas personas -no importa que hayan tenido una condena por otro caso antes- puedan acceder a indemnizaciones y eventualmente atención psicológica. "Son propuestas que vamos a hacer y esperamos que recoja el Estado", subraya.

En EE.UU. incluso se ha fijado un monto a pagar (U$ 300) por cada día de presidio inmerecido.

Recalca el defensor que los cuestionamientos no son a determinadas instituciones, sino a ciertos procedimientos que se han demostrado que no son confiables y que se repiten en nuestro sistema. "No queremos personalizar esto, porque así vamos a generar defensas corporativas y no vamos a debatir el tema de fondo, que es que podemos mejorar".

Schubert, además, propone una serie de mecanismos que podrían ayudar a perfeccionar el sistema. Entre ellos, destaca que los procedimientos sean grabados, que todos tengan acceso a pruebas de ADN y que la evidencia sea preservada por el Ministerio Público incluso cuando ha terminado el proceso judicial.

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