Sala de Prensa

31/05/2013

En Copiapó

Estuvo un año y cuatro meses privado de libertad y era inocente

La defensora penal pública, Violeta Villalobos logró acreditar la inocencia del joven acusado de un delito de robo con violencia.

Por Claudia Jiménez Coronado
Defensoría Regional de Atacama.

“Estoy feliz, sólo quiero recuperar a mi familia, ver a mi madre y a mis hermanos, quiero recuperar mi vida” enfatizó Jonathan Vargas Ramos, tras salir del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Copiapó, donde pasó más de un año privado de libertad, por un delito que jamás cometió.

Al joven oriundo de Valparaíso que llegó a Copiapó buscando un mejor pasar económico, aún se le llenan los ojos de lágrimas cuando relata su experiencia: los duros meses que pasó en prisión, en los cuales nunca perdió la fe en que iba a salir en libertad y volvería a retomar el sueño que lo trajo hasta el norte, la búsqueda de un mejor futuro.

Para la defensora del caso, Violeta Villalobos, “Jonathan se transforma en la cara visible de nuestra misión como defensores penales públicos, que es evitar que un inocente deba pagar con su libertad los errores cometidos por otro, esa es la digna, pero a veces incomprendida labor que día a día cumplimos. Debemos dar a conocer que los errores en materia penal pueden costar muy caro, y a veces ser irreparables, nadie le devolverá el tiempo perdido ni su dignidad”.

El joven reconoce haber tenido causas anteriores, cuyas penas fueron cumplidas, “en Valparaíso saqué mi 4° medio y di la PSU, quería reinsertarme en la sociedad. Me vine a Copiapó porque el ambiente que me rodeaba allá no era bueno y acá había trabajo. Llevaba dos meses trabajando y me involucran en esto”, dice resignado Jonathan Vargas.

Acompañado de su padre -quien viajó desde la V región para acompañarlo- Jonathan agradece profundamente el apoyo de su defensora quien en todo momento creyó en su palabra, y enfatiza: “este tema es complicado, ojalá no le pase a nadie más… estar encerrado siendo inocente”.

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