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10/09/2007
Defensora Regional Paula Vial: "La reinserción juvenil es una de nuestras prioridades"
Por Álvaro Rivera. Publicado en El Rancagüino el día sábado 8 de septiembre.
Así defiende su trabajo la abogada, quien lidera al equipo de defensores públicos. Consciente de que el trabajo debe hacerse "con alianzas" entre distintas entidades públicas y privadas, la Defensora es clara en los objetivos que persiguen. "El joven que cumple condena debe estar convencido que después puede reinsertarse en la sociedad y contribuir a ésta".
La Defensora Regional Paula Vial, quien asumiera su labor el 20 de marzo de 2003, se expresa con bastante calidez. Segura de lo que habla, Vial expone los distintos temas que se abordan en la Defensoría Penal Pública. "Es un gran trabajo el que estamos haciendo como equipo defensor. Tenemos en este momento 32 defensores, de los cuales el mayor contingente es de defensores licitados. En el área juvenil tenemos tres defensores especializados, que además fueron elegidos en función de que cumplían con el perfil del defensor juvenil, y que recibieron una formación especifica e intensa de defensores juveniles. Hay uno en Rancagua, uno que se ocupa de Rengo, San Vicente de Tagua-Tagua y Peumo y el otro de Santa Cruz, San Fernando y Peralillo. Más nuestro defensor institucional, que asume las causas juveniles en la Provincia de Cardenal Caro. Ellos tres sólo ven, exceptuando al de Cardenal Caro, causas de menores. El resto de los defensores, hay siete defensores institucionales como dotación, que están en cinco defensorías en la región. Y los 24 restantes son licitados. Además, sólo hasta fin de año tendremos cinco defensores de convenio directo, que es una modalidad especial, como si fueran a honorarios.
La defensora, eso sí, se muestra cautelosa por el presente de la institución. "Estamos preocupados, ya que estamos con un nivel de ingreso penal muy alto. Y entonces no damos abasto. Y no tenemos más recursos. Así que nos batimos con los que tenemos. Y la verdad es que tenemos súper buenos defensores en la región en general. No sólo en términos técnicos, sino que en compromiso con el trabajo", asegura la funcionaria.
La complicada reinserción juvenil
La única Defensora Regional mujer del país conversó con El Rancagüino sobre reinserción juvenil, a raíz de la desolación que produce en la vida de un joven, cuando no encuentra una acogida en la sociedad, luego de haber cumplido su condena.
-Respecto a la inserción juvenil, ¿cómo esta actuando la Defensoría en estos temas?
-En el tema de reinserción, que es lo último que estamos trabajando fuerte -además de los centros juvenil e infantil- obviamente que la mayor relevancia la adquiere el tema juvenil, justamente porque a partir del siete de junio comenzó a operar en todo el país la nueva justicia juvenil. En la región en particular, empezamos con un comienzo más tímido en término de ingresos. No tuvimos una explosión de jóvenes llevados a la justicia. Tuvimos más o menos una respuesta un poco de acuerdo a lo esperado.
Prosigue la Defensora: "Obviamente, nosotros a nivel de Defensoría, habíamos hecho proyecciones. Y además, más que el número -que sí nos interesaba- lo que hicimos fue prepararnos técnicamente para la entrada en vigencia. Yo, sin ninguna falta de humildad, le diría que la Defensoría es probablemente una de las instituciones que mejor se ha preparado para la entrada en vigencia de la nueva ley de responsabilidad juvenil, entendiendo cual es la lógica de esta ley. Es decir, que no se trata de una justicia adulta atenuada, sino que es justicia juvenil. Y por lo tanto es, con nuestra lógica, entendiendo al sujeto como sujeto diferente y justamente ya hablando en el tema de la reinserción, un sujeto que a partir de estas características diferentes merece y puede aprovechar de mejor manera las nuevas oportunidades. Es un sujeto mucho más recuperable. Entonces, el desafío para todos como intervinientes, para el Estado, en términos de oportunidades, es mucho mayor. Y lo que se ha hecho es establecer un catálogo de sanciones diferentes, que justamente busquen esta diferenciación. Que tenga una sanción mucho más especializada.
Por ejemplo, yo tomo a Raúl y hago una especie de radiografía de él, y digo: "no sólo tengo en consideración que es lo que Raúl hizo, sino cuál es su entorno familiar, cuál es su nivel de educación, cuáles son sus aspiraciones, cuáles son esperanzas, qué es lo que a él le gustaría hacer". Entonces a partir de esa radiografía -asumiendo que Raúl es responsable en materia penal, ya que es necesario que exista un delito y además es necesario que al sujeto al que estoy persiguiendo penalmente haya participado en él, y que exista un vínculo entre el hecho y esa participación de causa-efecto. Y entonces, a partir de eso, que yo asumo como obvio si es que estoy llegando a la etapa de sanción del menor, lo que hago es hacer esa radiografía y elegir el mejor plan de intervención. La mejor sanción para él. Y partir de esa sanción, cual es la que va a lograr de mejor manera esa función re socializadora, re educativa, que le entregue oportunidades y que permita que ese sujeto verdaderamente se pueda re integrar.
Entonces ahí retomo el tema de cual es nuestro mayor desafío, no sólo en el mundo de los jóvenes, sino también en el mundo de los adultos y en el de los infractores en general. De todos, incluso de aquellos que hayan hecho mucho daño. En todos los casos que se han equivocado, pero con consecuencias, el Estado está obligado por la función que cumple, a darle nuevas oportunidades, a reinsertarlos. Básicamente, porque además es más conveniente para todos como sociedad. Ese es el espíritu de fomentar políticas de reinserción y rehabilitación. Nos interesa el sujeto, es decir, yo quiero que Raúl, ahora ya como adulto, vuelva a la sociedad. Él ya se equivocó, incluso dañó a alguien o a algo, y eso merece una sanción. La justicia esta para eso. Pero esa sanción, junto con retribuir el mal que Raúl generó, además para que cumpla verdaderamente de lo que queremos de esa persona, para que vuelva bien, es darle oportunidades. Porque, ¿de qué sirve encerrarlo durante años, o meses, sino le entrego herramientas para que se integre de otra manera a la sociedad? Al contrario, si no hago un trabajo concienzudo de reinserción, de entregarle esas herramientas, no sirve. Ese es un desafío mayor que definitivamente tenemos que asumir.
¿Reinserción?: "Vamos por el camino correcto"
Y a partir de hechos tan tristes como el que se vivió en el cambio a la cárcel concesionada, donde se produjeron 10 suicidios, incluido el suicidio de Jimmy, un interno muy querido por los funcionarios de la Defensoría y que tenía problemas sicológicos, la Defensora expone sus puntos de vistas. "A partir de todo lo que ha ocurrido, y considerando que nosotros por ley tenemos la obligación de velar por los derechos y garantías del imputado -desde el inicio de la causa hasta el efectivo cumplimiento de la pena- incluyendo el cumplimiento de la condena. Por lo tanto, sigue siendo responsabilidad nuestra y así lo asumimos. Y además también pensando en que esto es una rueda que gira. Y como todo en la vida es cíclico, nos interesa que el trabajo con ellos sea de verdad, incluso con los condenados que están cumpliendo condena.
Nosotros no queremos que vuelvan a la Defensoría. Lo que queremos es que cumplida su sanción, pagada su deuda, ellos puedan reinsertarse, seguir con su vida con normalidad y que puedan aportar a la sociedad, a la que de alguna manera dañaron. Entonces la única manera de que eso efectivamente ocurra es haciendo un trabajo fuerte en términos de rehabilitación y de reinserción. Y ahí es donde comenzamos este tema de las alianzas. Nos dimos cuenta de que la única manera, ya que no dábamos abasto en recursos humanos y monetarios para sumir una tarea tan titánica. Pero si tenemos otras capacidades: de gestión, de coordinación, de atracción. Y entonces lo que hicimos fue comenzar un trabajo bien sistematizado, de atracción de otros entes públicos y privados que pudieran colaborarnos en esta tarea. Entonces, al interior de la Defensoría creamos la Comisión Penitenciaria Regional, y empezamos a golpear puertas de diversas instituciones, con una respuesta -por lo menos para mi- absolutamente sorprendente. Nadie nos ha dicho que no y muy por el contrario, mucha gente nos ha dicho más que sí, con mucho entusiasmo del que nosotros esperábamos.
Por ejemplo, cuando fuimos a solicitar ayuda al Club Deportivo O'Higgins, hablamos con su gerente y no sólo nos dijo que sí, que ellos llevaban al equipo y un monitor, también nos dijo que no nos quedáramos sólo con en eso. "Hagamos talleres de preparación de monitores deportivos. Dejémosle algo más que el partido en sí". Entonces hicimos unos talleres (aún seguimos vinculados a ellos). Estamos esperando que se reabra la cárcel de Rengo y vamos a hacer allí un taller del mismo tipo de monitor deportivo. El club llevó al psicólogo, al médico, al monitor, fue el mismo gerente. Todos a hacer un curso de ocho sesiones, entregándole distintos elementos para que ellos no sólo pudieran practicar deporte, sino que además pudiesen tener capacidad de gestionar y organizar algo, con los valores de compartir, de jugar en equipo. Un montón de cosas que uno sabe que están ligadas al deporte. Pero cuando se da una formación de verdad, se puede entregar mucho más.
El trabajo apoyado por instituciones: el futuro de la reinserción
La defensora está segura que mediante alianzas con instituciones públicas y privadas, se puede avanzar en el tema de la reinserción juvenil. "Estamos aprendiendo. Hay que sistematizar los aportes y el trabajo. No es llegar y pedir algunas donaciones. Lo que queremos que a partir de cada uno de esos eventos, haya un desarrollo que les entregue herramientas y oportunidades a los internos. Hay un convenio con la Universidad Aiep, para que dos alumnas en práctica de la carrera de trabajo social, que van a ser futuras asistentes sociales, estuvieron durante todo el primer semestre de este año trabajando con un grupo de treinta internos con unos talleres literarios, usando una biblioteca donada por la editorial Andrés Bello. Esa es la idea, que podamos vincular cada una de estas iniciativas y podamos potenciarlas. Ese trabajo jamás lo podríamos haber hecho nosotros. Ninguno de mis defensores -por tiempo y por trabajo- posee la capacidad de además asumir las causas y darles defensa jurídica y conversar con ellos toda una tarde. Pero tenemos la oportunidad como institución de ir y vincularnos con la Universidad, de entregar además el espacio para que estos chiquillos puedan hacer sus prácticas, conocer esta realidad carcelaria y que sepan que los internos también son personas, que tienen dignidad y que merecen una oportunidad. Entonces el trabajo de todos quienes estamos en contacto con esta realidad penitenciaria, sentimos que hay mucho por dar y recibir por parte de ellos.
Los desafíos de la Defensoría Penal Pública
Finalmente, la Defensora expresa sus deseos, en lo que significa su rol en la región de O'Higgins. "Lo más desafiante es que las expectativas son cada vez mas altas, hasta la de los propios internos. Y esperamos seguir trabajando en la misma línea y buscar nuevas ideas y proyectos. Hay que consignar que en términos de realidad nacional, se ha duplicado la población penitenciaria. Y además como efecto de la reforma, esa población ha cambiado su composición: antes mayoritariamente se trataba de personas que estaban en prisión preventiva y había un menor porcentaje condenados. Hoy la mayor población presa es de condenados. Pero además con un mucho mayor número. Se construyen nuevas cárceles, con o sin polémica, pero se aumenta la capacidad de infraestructura, de absorción de población y se siguen llenando, y que es lógico.
De 20 mil internos, ahora hay cerca de 40 mil. Tenemos una de las poblaciones penales proporcionalmente -cada 100 mil habitantes- más alta de Latinoamérica y del mundo. Entonces, obviamente el desafío de buscar las alternativas adecuadas para cumplir la pena, que cada persona pueda contar con su defensa y que cualquier ciudadano ante una acusación del fiscal, pueda dar la misma pelea ante éste, y que el juez resuelva con todos los argumentos. Frente a eso, la idea es que esa defensa o ese sistema entregue alternativas no sólo en términos de una sanción más justa, sino la más adecuada para esa persona. Y únicamente en aquellos casos en que no haya ninguna alternativa, haya pena de cárcel. Pero el desafío está planteado. Y tenemos la intención de cumplir de mejor forma nuestro trabajo.
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