Sala de Prensa

26/02/2014

Asegura su defensor penal público, Carlos Cordero

Única prueba contra de Marcial Berríos es la declaración de un coimputado

Abogado explicó que ese testimonio interesado contrasta con el de testigos presenciales que no reconocen a su defendido como como participante del asalto a la Caja de Compensación de Macul.

Por José Ignacio Aguirre
Defensoría Regional Metropolitana Norte

Tras la audiencia de formalización in situ del imputado Marcial Berríos, el defensor penal público Carlos Cordero se manifestó convencido de que la fiscalía no tiene pruebas sólidas en contra de su defendido. Explicó que la fiscalía lo formalizó por una serie de delitos fundados en dos hechos: el asalto de la Caja de Compensación Los Héroes, que terminó con la muerte del subteniente de Carabineros Daniel Silva, y la detención del presunto autor quien resultó con una grave herida de bala. Sobre este último punto el abogado repitió lo que el propio imputado dijo a la magistrada Valeria Vega, del 13° Juzgado de Garantía de Santiago, para explicarle que él nunca repelió a los detectives que los detuvieron: “No le disparé a ningún PDI. Me disparé para matarme”.

El defensor Carlos Cordero señaló que por el asalto a la Caja Los Héroes y el crimen del oficial policial su defendido fue formalizado por los delitos de homicidio de carabinero en acto de servicio, robo con intimidación y receptación del auto robado para cometer el ilícito. Precisó que ninguno de los empleados y clientes del local asaltado reconocen a Marcial Berríos y el único antecedente de que él sería el tercer integrante del grupo y autor del disparo mortal es el testimonio del coimputado Jaime Jorquera. Él junto a Jose Miguel Muñoz –que resultó herido con tres balazos, fue detenido el mismo día de los hechos y es muy posible que haya buscado atribuir la responsabilidad al partícipe que se dio a la fuga para beneficio propio, argumentó el defensor.

Detención en el Parque O'Higgins

Sobre los hechos ocurridos en el marco de la detención de Berríos ocurrida el 23 de febrero en el Parque O’Higgins, mientras paseaba junto a su polola Érika Yamal –quien fue también detenida, formalizada como encubridora y sometida a arresto domiciliario total- el defensor desestimó totalmente la denuncias de los detectives aprehensores en cuanto a que el imputado haya disparado para repeler la detención. Expresó que en la audiencia in situ realizada en la Posta Central cuando el fiscal Francisco Lama le dio a conocer que se le formalizaba también por el homicidio frustrado de los policías que lo detuvieron, él dentro del grave estado en que se encuentra, reaccionó para decir que él sólo disparó una vez, cuando trató de auto eliminarse. Incluso agregó, “mi defendido instó a que se periciara el arma que portaba ya que comprobará que sólo disparó una vez”, afirmó.

Marcial Berríos se auto infirió un disparo en la boca que le atravesó el cerebro y salió expulsada tras perforarle la parte superior del cráneo. Milagrosamente la bala no tocó arterias ni partes esenciales de la masa encefálica por lo que no perdió la conciencia y no se vio afectada ninguna de sus funciones como la capacidad motora, el habla, la vista o el razonamiento. Tanto es así que al día siguiente de su ingreso a la Posta Central, fue dado de alta y trasladado al penal Santiago I.

El plazo de investigación de la causa expira el 8 de marzo, a menos que la fiscalía o la defensa soliciten una ampliación.

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