Sala de Prensa

24/11/2014

Columna de opinión:

Los Tribunales de Tratamiento de Drogas (TTD)

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional de Arica y Parinacota, fue publicado en el diario de La Estrella de Arica.

Por Claudio Galvez Giordano,
Defensor Regional Arica y Parinacota

Muchas veces, al enfrentar y analizar el fenómeno delictivo, nos encontramos con una situación de consumo problemático de drogas como causa principal de un hecho cometido. El autor del delito es una persona enferma, involucrada en la comisión de éste por las particulares condiciones en que se encuentra, las que suelen estar ligadas a la necesidad de consumo y de procurarse los medios para pagarlo, o bien situaciones de violencia o pérdida de control debido al efecto producido por el consumo abusivo de sustancias.

En ambos casos, la respuesta penal sancionatoria, especialmente si se trata de cárcel, no es la más adecuada y más bien agrava el problema, dada la realidad del deficiente y sobrepoblado sistema carcelario chileno.

Estos casos, para los cuales antiguamente el sistema no tenía respuesta, pueden ser hoy integrados al sistema de los tribunales de tratamiento de drogas (TTD). En éstos se abandona la lógica adversarial de nuestro sistema procesal penal, sustituyéndola por una terapia, en la que los intervinientes -juez, fiscal y defensor- juegan un rol importantísimo.

La causa ingresa al sistema de la suspensión condicional del procedimiento (no puede, por ello, tratarse de delitos especialmente graves, ni ser imputados con antecedentes penales), en que necesariamente la condición a cumplir es someterse a un tratamiento para la adicción que llevó a cometer el delito.

Los casos son previamente objeto de una rigurosa selección por profesionales del área del trabajo social y la sicología, a fin de asegurarse que sus características hagan aconsejable y viable esta saluda alternativa. Los avances en el tratamiento son controlados periódicamente en audiencias con los intervinientes y, de resultar exitoso, la causa puede ser sobreseída definitivamente, evitando la condena penal y ofreciendo una alternativa valiosa a la persona para superar su adicción y poder retornar a la sociedad.

En nuestra ciudad ya hemos tenido experiencias favorables, habiendo egresado exitosamente los primeros sujetos a tratamiento. El esfuerzo ha valido la pena, otorgándonos además a todos los participantes la satisfacción de haber podido ofrecer una verdadera opción de reinserción social a la persona involucrada, alejándola además del círculo vicioso del consumo y la delincuencia, con una respuesta acertada de un sistema que solía ser ciego a estas realidades.

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