Sala de Prensa

19/12/2014

Columna de opinión:

Responsabilidad Penal Adolescente

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional de Arica y Parinacota, fue publicado en el diario de La Estrella de Arica.

Por Claudio Gálvez Giordano,
Defensor Regional Arica y Parinacota.

Hasta hace pocos años, cuando un adolescente se veía involucrado en la comisión de algún delito, la justicia iniciaba un extraño y anticuado procedimiento, llamado “declaración de discernimiento”, en que se debía determinar si el menor había actuado con aquél o no.

La mayor discusión, por supuesto, estaba en determinar qué quería decir actuar con discernimiento y si era posible determinar si el menor lo poseía o no, o si se refería a una capacidad general o sólo respecto al hecho específico que hubiera cometido.

Este anacrónico sistema terminó a fines de 2005, cuando se creó por ley un sistema especial de responsabilidad penal para los adolescentes, que busca ser integral y no sólo regular el proceso de investigación y establecimiento de la responsabilidad penal de estos menores por los delitos que cometan.

Además, busca determinar las sanciones a aplicar y la modalidad de cumplimiento de éstas bajo un principio de idoneidad, que considere aquélla básicamente desde un punto de vista educativo, y que respete criterios de proporcionalidad, flexibilidad, no estigmatización y reinserción social, diferenciándose enormemente en el entendimiento del fenómeno criminal juvenil respecto al del adulto.

Esta ley fue diseñada especialmente para los jóvenes, con el objetivo de adecuar el sistema penal a la etapa de desarrollo en la cual ellos se encuentran. No nace como una respuesta para disminuir la delincuencia juvenil, cuyos orígenes son variados y principalmente de carácter social y educativo, sino que surge para adecuarse a la  normativa internacional. Un sistema especializado, con una comprensión global e integradora para los jóvenes infractores, a fin de que se les trate con derechos que antes no se les reconocían y no meramente como un adulto con una rebaja de pena.

La Defensoría mantiene un equipo especializado, tal como exige la ley a todos los intervinientes del sistema, a fin de asegurar estos derechos y velar porque exista un juicio y tratamiento que reconozca las particularidades de un joven adolescente en proceso de desarrollo, en el cual pueda tener oportunidades de cambiar, y que promueva su intervención, su responsabilidad, y su reinserción social.

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