Sala de Prensa

16/03/2015

A través de una extensa entrevista radial

Difunden misión de la Defensoría a radioespectadores de Illapel y Salamanca

El Defensor Regional y el Seremi de Justicia hablaron sobre el rol de la DPP dentro del sistema de justicia criminal.

Por Daniel San Martín D.,
Defensoría Regional de Coquimbo.

El relevante rol que cumple la Defensoría Penal Pública en el marco del sistema de justicia penal chilena y en el respeto a los derechos de las personas fueron los principales temas que el Defensor Regional y el Seremi de Justicia de Coquimbo abordaron en una entrevista en radio Juan Pablo II de Illapel.

Ante la pregunta de ¿qué es y qué hace la Defensoría Penal Pública?” , planteada por Jhony Matus, conductor del programa “La mañana entretenida”, Alejandro Viada lo graficó con la escena de una película en que un policía persigue al villano y cuando lo detiene le dice que tiene derecho a guardar silencio y a contar con un abogado, y que si no lo tiene el Estado se lo proporcionará.

“Ese abogado somos nosotros, que brindamos asistencia legal a la persona detenida y luego imputada por la comisión de un delito y que no puede proveerse un abogado que sea de su confianza”, aclaró.

El Seremi de Justicia, Carlos Galleguillos, resaltó que la Defensoría juega un papel importante en preservar derechos fundamentales de las personas, como el respeto a su dignidad y a un juicio justo. Agregó que si bien la institución atiende a personas que mayoritariamente resultan culpables, también ha logrado demostrar la inocencia de muchas otras.

"Esta región se destaca por el muy buen trabajo de los abogados defensores, que tienen un porcentaje bastante alto de absoluciones, uno de los más altos a nivel país”, recalcó.

El Defensor Regional agregó que desde su creación, la Defensoría ha robustecido su prestación de defensa especializándose en materias como responsabilidad penal adolescente, defensa de condenados privados de libertad y migrantes, entre otros. 

“Tenemos grupos especialmente vulnerables, como son las mujeres, los jóvenes y en los últimos años los extranjeros. Personas que cometen un delito, que no cuentan con redes sociales o familiares de apoyo y que en varios casos ni siquiera el gobierno de su país se preocupa de ellos”, finalizó.    

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