Sala de Prensa

16/12/2015

Cuenta participativa en la cárcel femenina de San Miguel

Defensoría Regional Metropolitana Norte rindió cuenta ante la comunidad

Junto a otros cuatro defensores públicos, el Defensor Regional Carlos Mora Jano atendió las consultas de las imputadas y resaltó el derecho que ellas tienen de exigir una defensa de la mejor calidad.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropoloitana Norte.

Cincuenta imputadas del penal de San Miguel escucharon atentamente al Defensor Regional Metropolitano Norte, Carlos Mora Jano, y al jefe de Estudios de esa sede institucional, Pelayo Vial, en la Cuenta Pública Participativa 2015 de la DRMN.

Tras dar a conocer datos relevantes de la gestión 2014 -como que el 18 por ciento de los imputados en Santiago son mujeres y que los delitos en que más participan son el hurto (32 por ciento) y las lesiones (24 por ciento)-, ambos directivos, junto a los defensores públicos Ricardo Flores, Gonzalo García y Andrea Quinteros, dialogaron con las internas y atendieron numerosas consultas sobre sus respectivas situaciones procesales.

Carlos Mora destacó la importancia de la actividad, que como todos los años permitió rendir cuenta a las usuarias directas de la Defensoría, para que conozcan todo lo que la institución hace para mejorar el servicio de defensa penal.

En este sentido, Pelayo Vial destacó que la Defensoría invierte cuantiosos recursos en capacitar a sus abogados para mejorar sus conocimientos en derecho penal y sus habilidades como litigantes. Agregó que los defensores son funcionarios públicos, de modo que usuarias como las presentes tienen derecho a exigirles el mejor servicio de defensa.

ESPERANZAS DE LIBERTAD
Terminada la exposición, los defensores se reunieron en grupos con las internas. Tal como ocurre en otros penales, la mayoría de estas imputadas están sometidas a prisión preventiva por delitos de drogas. Quizás por lo mismo, sus consultas fueron amplias y apuntaron mayoritariamente a la esperanza de salir pronto en libertad para volver junto a sus familias.

Desde madres que querían tener sus hijos pequeños en el penal, hasta internas que preguntaron cuestiones netamente judiciales. Entre estas últimas, los defensores aclararon casos en que por la gravedad del delito no tenían derecho a juicio abreviado o les explicaron a las internas que lo que ellas pensaban que era una atenuante en su favor, en realidad no lo era. 

Sin embargo, también se expusieron casos en que por la poca gravedad del delito imputado y la irreprochable conducta anterior de la acusada, era muy posible proyectar que aunque hubiera condena, la pena se cumpliría en libertad.

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