Sala de Prensa

07/03/2016

El abogado Gabriel Carrión Calderón viene desde la Defensoría Regional Metropolitana Norte

Asumió nuevo jefe (S) de Estudios de la Defensoría Regional de Tarapacá

El cargo titular debe resolverse en un concurso público que culmina a mediados de este año.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

Con un nuevo jefe de Estudios (S) cuenta desde este mes la Defensoría Regional de Tarapacá, luego de que asumiera ese cargo el abogado Gabriel Carrión Calderón, quien hasta ahora desarrollaba su labor en la Defensoría Local de Ñuñoa-Las Condes, en Santiago. El profesional se hizo cargo de estas tareas desde el 1° de este mes por un periodo de tres meses, mientras se realiza el concurso público con que debe escogerse al titular de ese puesto.

“Ahora me corresponderá ver las cosas desde otro punto de vista, puesto que mi experiencia había sido únicamente en el puesto de defensor local”, explica el nuevo directivo, quien detalla que le interesa acentuar los contactos operativos con los tribunales y Gendarmería “en un enfoque colaborativo, que buscará ayudar a obtener resultados positivos para la gestión de la defensa pública”.

Gabriel Carrión se tituló en la Universidad Gabriela Mistral y después obtuvo un magister en gestión y derecho. Además, cursó un diplomado en derecho indígena y derechos humanos. En lo laboral sólo ha trabajado en la Corporación de Asistencia Judicial en la Región Metropolitana, antes de ingresar en 2005 a la Defensoría Penal Pública. “Siempre he laborado en el sector estatal”, destaca el abogado, quien subraya que "lo que más me atrae es la litigación oral”.

De la Región de Tarapacá le interesaron el desafío de encabezar el área de coordinación técnica de la defensa penal pública, como también la importante proporción de casos con imputados de pueblos originarios y la alta tasa de casos de robo, cuya calificación jurídica le es atractivo revisar, explica.

También le atrajo la posibilidad de tener su residencia y su trabajo frente a las costas de Iquique, “porque me hace bien vivir al lado del mar”, asegura. Y eso se puede comprender mejor al saber que, aunque es chileno, vivió desde su nacimiento hasta los 17 años más bien cerca del altiplano, en La Paz, Bolivia.

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