Sala de Prensa

22/11/2016

En diálogo participativo con imputadas en prisión preventiva

Internas de la cárcel de San Miguel entusiasmadas por recobrar su libertad

Los defensores penales públicos Néstor Pérez, Javiera Cabello e Irka Contreras escucharon a las mujeres y les plantearon las mejores opciones para enfrentar sus causas e, idealmente, terminar con su privación de libertad.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

Quince imputadas de la cárcel de San Miguel escucharon atentamente al defensor público Néstor Pérez exponer sobre las condiciones que deben reunir para tener la posibilidad de acceder a una salida alternativa o una pena sustitutiva que les permita cumplir una eventual condena en libertad.  

Junto a sus colegas Javiera Cabello e Irka Contreras, Pérez encabezó un diálogo participativo con las internas y despejó una serie de conceptos equívocos acerca de lo que la ley exige para que puedan acceder a un juicio abreviado, a una pena de cumplimiento en libertad o a la revisión de la prisión preventiva.

El abogado destacó la importancia de que las imputadas conozcan todo lo que la Defensoría hace para mejorar el servicio de defensa penal. Agregó que los defensores son funcionarios públicos y como tales, usuarias como las presentes tienen derecho a exigirles el mejor servicio de defensa.

ANHELO DE LIBERTAD
Terminada la exposición, los defensores se reunieron en grupos con las internas. Tal como ocurre en otros penales, la mayoría de estas imputadas están sometidas a prisión preventiva por delitos de drogas. Las consultas fueron amplias y apuntaron a la esperanza de salir pronto en libertad para volver junto a sus familias.

Desde madres que querían tener a sus hijos pequeños en el penal, a cuestiones netamente judiciales. Entre estas últimas, los defensores públicos aclararon casos en que por la gravedad del delito, las imputadas no tenían derecho a juicio abreviado o les explicaron que lo que ellas pensaban que era una atenuante en su favor, en realidad no lo era. 

Por otro lado, a algunas internas se le vio emocionadas cuando se les explicó que por la baja gravedad del delito que se les imputa y por la concurrencia de atenuantes, era muy posible que aunque hubiera condena, la pena se cumpliera en libertad.

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