Sala de Prensa

13/09/2017

Columna de opinión:

Día de la mujer indígena

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional de Arica y Parinacota, fue publicado en el diario de La Estrella de Arica.

Por Claudio Gávez Giordano,
Defensor Regional Arica y Parinacota.

Alguna vez señalamos, a propósito del Día de la Mujer, que estas efemérides no son de fiesta y celebración, sino de conmemoración, pues cada uno de los derechos obtenidos se ha conquistado sobre la base de grandes sacrificios y al costo de muchas vidas.

Y si aquel día era la conmemoración de la muerte de decenas de mujeres explotadas laboralmente en condiciones inhumanas, el Día de la Mujer Indígena no es la excepción, pues se instituye para recordar la hazaña de una mujer particular, en la cual se encarna la lucha, las tribulaciones y también los desafíos y los logros de todas las mujeres pertenecientes a pueblos indígenas.

La historia de Bartolina Sisa es ya bien conocida: a la par con su marido -Tupac Katari- lideraron, a fines del siglo XVIII, una rebelión quechua-aymara contra las fuerzas coloniales españolas, que los llevó incluso a mantener sitiada la ciudad de La Paz.

Cuando fue capturada, su ejecución se realizó con deliberada crueldad, según se lee en la sentencia de la época: “A Bartolina Sisa mujer del feroz Julián Apaza o Tupaj Catari, en pena ordinaria de suplicio, que sea sacada del cuartel a la plaza mayor atada a la cola de un caballo, con una soga al cuello y plumas, un aspa afianzada sobre un bastón de palo en la mano y conducida por la voz del pregonero a la horca hasta que muera, y después se clave su cabeza y manos en picotas con el rótulo correspondiente, para el escarmiento público en los lugares de Cruzpata, Alto de San Pedro, y Pampajasi donde estaba acampada y presidía sus juntas sediciosas; y después de días se conduzca la cabeza a los pueblos de Ayo-ayo y Sapahagui en la Provincia de Sica-sica, con orden para que se quemen después de un tiempo y se arrojen las cenizas al aire, donde estime convenir”.

Tradicionalmente discriminadas desde varios frentes, las mujeres indígenas son, sin embargo, orgullosas portadoras del conocimiento ancestral de sus pueblos y activas participantes en la lucha de éstos por ejercer sus derechos desde su propia especificidad, simbolizadas todas en la aguerrida figura de Bartolina Sisa y en el reconocimiento que a su figura se brinda cada 5 de septiembre.

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