Sala de Prensa

17/04/2018

En el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco

Absolvieron a dos comuneros mapuche en el denominado caso “Iglesias”

Otros dos imputados mapuche fueron declarados culpables y condenados por el delito de incendio, aunque los jueces desestimaron que tuviera carácter terrorista.

Por Claudia Riquelme S.,
Defensoría Regional de La Araucanía.

El Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Temuco absolvió a dos de los cuatro comuneros mapuche que habían sido acusados como autores del delito de incendio, aunque desestimó el carácter terrorista que imputaba la acusación fiscal. Los otros dos imputados fueron condenados por la quema de un templo evangélico, ocurrida en la comuna de Padre las Casas en 2016.

La Defensoría Regional de La Araucanía representó a dos de los imputados: Ariel Trangol, quien fue absuelto, y su hermano, Pablo Trangol, que fue uno de los condenados.

El defensor penal público Juan Pablo Alday, quien representó al primero, dijo sentirse conforme con el fallo respecto de su representado, pero también tuvo palabras de pesar, dado que la defensa esperaba la libertad de todos los acusados.

“Después de más de 20 jornadas de juicio, ha quedado patente que la prueba de cargo del Ministerio Publico en relación a mi representado no existió, que solamente en el alegato de clausura la Fiscalía explicó la participación de Ariel. El tribunal valoró a nuestros testigos, los que fueron creíbles, dijeron la verdad y declararon. Por otro lado, el tribunal se pronunció expresamente diciendo que hubo una infracción de garantías al momento de la detención de los imputados, dado que se les controló no habiendo pluralidad de indicios”, explicó Alday.

Consultado por el significado que este resultado tiene para la institución, el abogado señaló que “como Defensoría Penal Pública es un triunfo haber obtenido la absolución de una persona inocente, inocencia que mantuvimos y alegamos desde el 10 de julio de 2016. Lamentamos, evidentemente, la condena de Pablo Trangol y su hermano. Estamos a la espera de la sentencia”.

Alday también dijo que en este caso no existían los presupuestos como para aplicar una legislación de excepción como la Ley Antiterrorista: “Eso fue lo que siempre sostuvimos y lo que correspondía en derecho”, aclaró.

CONTROVERSIA
Siendo el caso “Iglesias” una de las tres causas de connotación que actualmente conocen los tribunales de la región de La Araucanía, ha sido también una de las que contiene aspectos controversiales, según lo señalado en su veredicto, tal como lo explicó la defensora penal pública Patricia Cuevas.

“Estamos muy desilusionados con este fallo, toda vez que el veredicto ha sido bastante contradictorio. El tribunal señala que no había ningún indicio de los que se requerían a la época de los hechos para que ellos fueran bajados de su vehículos, registrados en sus pertenencias y para que fueran controlados en su identidad. Por lo tanto, aquello excluye toda la supuesta evidencia que presuntamente existía en la mochila de Pablo Trangol”, señaló Cuevas.

La defensora relató, además, que los imputados fueron reconocidos tiempo después, cuando salieron en las noticias. “Después de estar en la iglesia, la victima no va donde los carabineros a decir yo lo ví, sino que va días después y dice: 'Yo solamente lo reconocí cuando lo vi en la televisión'”.

A la salida del tribunal, Cuevas dijo que, “por una parte, el fallo señala que tenemos razón en casi todo y, por otro lado, condena a dos de los imputados sólo en base a las declaraciones de los testigos, que se contradijeron entre sí”.

UN ESPERADO ABRAZO
“Arruinaron mi vida, soy inocente” fueron las palabras de Ariel Trangol al salir del tribunal y luego de escuchar la lectura del veredicto que lo absolvió, hecha por el juez presidente del tribunal, Luis Torres.

Junto a sus dos pequeños hijos, su esposa y en silla de ruedas -a propósito del deterioro que sufrió su salud  luego de realizar una extensa huelga de hambre- y con sentimientos encontrados por la condena de sus hermanos Pablo y Benito, Ariel Trangol se dirigió a los medios de comunicación para manifestar su pesar por lo vivido.

“No estoy contento, me mantuvieron privado de libertad casi dos años, esto fue una falsa acusación, nunca supe por qué me estaban deteniendo. Le expliqué a la policía y al fiscal que yo andaba viendo los caballos de mi padre y, sin embargo, nadie me creyó”, dijo.

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