Sala de Prensa

23/10/2018

Loreto Flores Tapia, Defensora Regional de Antofagasta:

"No es fácil encontrar profesionales dispuestos a trabajar con personas privadas de libertad" (*)

(*): Entrevista publicada en diario El Mercurio de Antofagasta.

Por Cristián Ascencio Ojeda,
periodista El Mercurio de Antofagasta.

La abogada Loreto Flores durante septiembre fue confirmada para un segundo periodo como defensora regional de Antofagasta, lo que significa que estará cinco años más en ese cargo.

En los últimos años la Defensoría ha jugado un rol clave en cuanto al acceso a la justicia a grupos más vulnerables, como migrantes o indígenas.

Por eso, en su primera gestión la Defensoría se dedicó a mejorar la cobertura en una región extensa como la de Antofagasta, es decir que toda persona pudiera tener acceso a un defensor, tal como la ley lo exige. "Algo que ahora parece básico, pero que en un comienzo no era tan simple", explica.

En su segundo periodo quiere enfocarse en la reinserción, un tema complejo en una sociedad que exige sanciones más duras a quienes delinquen, pero no pide con la misma fuerza que las cárceles tengan talleres de oficios o educativos.

Hace una semana se lanzó uno de los talleres -de fabricación de textiles- en la cárcel femenina de Antofagasta, en que además una autoridad regional, la seremi de Cultura, será la encargada de dictar las clases.

También están programadas la segunda versión del taller teatral en Nudo Uribe, que ya se hizo el año recién pasado y culminó en una obra que se presentó en la sala Pedro de la Barra; un taller de judo para jóvenes del Sename, uno de telar indígena para mujeres de Calama y un taller de madera nativa, entre otros.

-¿Han podido cuantificar el impacto en la reinserción de un taller como el de teatro, que realizaron el año pasado?
-Este proyecto permitió que algunos de los internos postularan al beneficio de la libertad condicional, que antes no habían podido hacer porque no habían accedido a algún tipo de taller, lo que es un requisito para postular. En otros casos el taller no los podía ayudar a la libertad condicional, porque tienen condenas largas, pero ayudó a darle un sentido al tiempo que están privados de libertad.

En la reinserción las herramientas son bastante precarias. Aunque hay un resurgimiento de la idea de que la reinserción debe ser protagonista, es muy difícil lograrla y mientras más tiempo ha estado la persona privada de libertad, más difícil es.

Cuando una persona al interior del penal accede a un trabajo o curso de capacitación, las posibilidades de reinserción aumentan en un 100 por ciento.

-Van a hacer un taller de judo en el Sename... ¿Cómo surge esta idea?
-Una de las características de las personas con las que se trabajará es que muchas veces les cuesta canalizar la violencia, que han tenido problemas afectivos, sin generalizar. Encontramos un profesor que trabaja hace muchos años con jóvenes en liceos vulnerables. Él ha logrado con una población en libertad, pero también con vulnerabilidad extrema, sacarlos de este círculo, llevarlos a competencias.

No es fácil encontrar personas que quieran trabajar con adolescentes o adultos privados de libertad, que han cometido un delito o están investigados por posiblemente haber cometido un delito. El profesor nos motivó a que tomáramos en cuenta el judo, que ayuda a mejorar la disciplina, que busca canalizar la fuerza y la violencia que todos los seres humanos tenemos, que genera paz interior y que enseña que la vida es dura y que debemos reponernos de las adversidades.

-Tenemos una población penal muy alta, pero los conceptos que se escuchan comúnmente es que hay mano blanda, puerta giratoria…
-Siempre hemos intentado contribuir al debate desde los objetivos. Muchas veces las leyes que aumentan penas satisfacen otro tipo de necesidades. Lo cierto es que en Chile las penas son altas, tenemos una población penal superior a Brasil o Colombia (en tasa), con un nivel de criminalidad que no se compara a esos países en términos de delitos violentos.

Eso significa que la privación de libertad no se está utilizando adecuadamente. Tenemos personas que pasan tiempo en prisión preventiva, pero que no se les condena o que se les absuelve. Esas personas nunca debieron estar privadas de libertad.

Hay también una visión errada respecto de que las sanciones penales sólo pueden ser 'privación de libertad'. Si una persona no es privada de libertad, queda una sensación de impunidad. Pero si una persona se ha dedicado toda la vida a la función pública, y le prohíben de por vida acceder a un cargo público, esa es una sanción tan fuerte como la privación de libertad.

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