Sala de Prensa

09/11/2018

Diálogo participativo en el penal de mujeres de San Miguel

Defensoras públicas atendieron a mujeres que cumplen prisión preventiva junto a sus bebés

El jefe de Estudios de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN),Octavio Sufán, encabezó la delegación y subrayó la preocupación institucional por los grupos vulnerables y en particular por las madres privadas de libertad.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

Privar de libertad a una mujer no es lo mismo que encarcelar a un hombre. Y cuando se trata de una madre el drama puede adquirir consecuencias muy graves, ya que puede significar que uno o más hijos, de distintas edades, se queden solos y sin sustento.

La alternativa que existe en estos casos es que los niños ingresen a un centro de protección de menores del Estado, cuyas carencias son hoy ampliamente conocidas, al punto de que la sociedad en su conjunto está empeñada en reformar ese sistema.   

En este complejo escenario es que Gendarmería de Chile hace una excepción y permite que las madres de  bebés y niños menores de dos años puedan vivir con sus hijos. Para ello, en Santiago tiene habilitada un área especial, tanto en la cárcel de San Miguel -donde están las mujeres sometidas a prisión preventiva- como en el Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Santiago.

Al recinto ubicado en la comuna de San Miguel llegó una delegación de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN), encabezada por el jefe de la unidad de Estudios, Octavio Sufán, e integrada por las defensoras penales públicas Carolina Zúñiga, Javiera Cabello y Gabriela Villablanca. El motivo fue realizar un diálogo participativo con las internas, para exponerles sobre la labor de la Defensoría y de sus derechos como mujeres privadas de libertad junto a sus hijos.

Sufán destacó que para la Defensoría Penal Pública los grupos vulnerables constituyen una preocupación principal, y entre ellos la defensa especializada de género. Al respecto, destacó que las mujeres que están privadas de libertad junto a sus hijos menores de dos años constituyen una preocupación aún más prioritaria.

ATENCIÓN DE CAUSAS Y ANGUSTIAS
Posteriormente, las defensoras atendieron a cada una de las 15 internas que cumplen allí su privación de libertad junto a sus hijos. La mayoría de ellas está imputada por delitos contemplados en la Ley 20.000 sobre ilícitos de drogas.  

El requerimiento más reiterado de las internas apuntó a saber sobe sus posibilidades de salir en libertad, especialmente para que sus niños puedan volver a sus hogares.

Dos imputadas se mostraron angustiadas porque sus hijos están próximos a cumplir dos años, con lo cual tendrían que abandonar el recinto penal. La inminencia de una separación de sus hijos las impulsó a consultar una y otra vez sobre las posibilidades de que les revocaran la prisión preventiva para poder a volver a sus casas con sus hijos.

A todas las participantes se les entregaron folletos sobre los derechos de las mujeres privadas de libertad y sobre las etapas del proceso penal.

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