25/07/2008
Rehabilitación en Libertad
Columna de Pedro Casanueva Werlinger, Defensor Regional. Publicada en El Mercurio de Antofagasta.
La idea de la rehabilitación en el sistema penal la hemos escuchado desde hace mucho tiempo como también las críticas a la misma. Una de ellas se refiere al lugar en donde se desarrollan estas actividades, principalmente, la prisión. Y la pregunta que surge inevitablemente es si la cárcel es el mejor espacio, o es por lo menos uno idóneo, para desarrollar programas de rehabilitación.
La rehabilitación aspira a que la persona, vuelva al seno de la comunidad, para que retome sus vínculos laborales, para que se reencuentre con su familia y sus amigos. La prisión, de cara a estos fines está en condiciones de posibilitarlos? Las altas tasas de reincidencia en Chile y en muchos países, nos demuestran el poco impacto o, si se quiere, las dificultades de estos esfuerzos. Más de alguien dirá que faltan más recursos, y puede ser cierto, pero el problema es mas de fondo, es como educar parar la libertad en condiciones de no libertad. Al efecto Barbero Santos, nos expresa con rudeza que en la prisión "sus muros separan al interno de la sociedad y a la sociedad del interno" y nos agrega que éste no solo pierde el derecho a la libertad de desplazamiento, sino prácticamente todos sus derechos: de expresión, reunión, asociación, sindicalización, elección de trabajo, de recibir un salario similar al del obrero libre, de asistencia social, etc. y hasta de desarrollar normalmente su sexualidad.
Hoy en día conocemos de propuestas de trabajo con énfasis en el medio libre. En esta línea, de esfuerzos rehabilitadores en libertad, se inscriben las llamadas Cortes o Tribunales de tratamientos de Drogas, que en Chile lleva poco tiempo, pocos años, pero que nos muestran un camino de colaboración, entre diversos actores cono el Ministerio Público, la Defensoria Penal y el Poder Judicial, para ofrecer, en el marco del sistema de justicia penal, un camino y una oportunidad a quienes con ocasión del uso severo de drogas, se ven enfrentados al sistema penal.
Estos llamados Tribunales de Tratamientos de Drogas, trabajan con el individuo en libertad, bajo la modalidad de una condición necesaria para una suspensión condicional del procedimiento. Es clave para la comprensión del modelo y para su legitimación, el respeto a la voluntad del que acepta la condición del tratamiento. Fiscales, Defensores y Jueces, tendrán que hacer un esfuerzo para abordar estos casos, que demandarán un seguimiento mayor, al que un caso normal requiere. Serán varias las audiencias en donde se observarán los avances y dificultades del proceso. De allí la importancia de que participen en este acompañamiento los mismos intervinientes, fiscal, defensor y Juez, así lo aconseja la experiencia comparada sobre el tema.
Tenemos la convicción de que no hay excusas serias para que este esfuerzo no se concrete. El compromiso con la libertad y los valores de la dignidad humana, serán pilares esenciales para el éxito de esta iniciativa en Antofagasta.
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