Sala de Prensa

17/10/2014

Columna de opinión:

Trece años de defensa penal pública en nuestra región

El siguiente artículo del Defensor Regional de Atacama, Raúl Palma Olivares, fue publicado hoy en el Diario Chañarcillo.

El Defensor Regional de Atacama, Raúl Palma Olivares.

El Defensor Regional de Atacama, Raúl Palma Olivares.

Por Raúl Palma O.,
Defensor Regional de Atacama.

El 16 de octubre de 2001, a las 00:00 horas, entró en vigencia la reforma procesal penal en la Región de Atacama, como parte de la segunda fase de la instalación del nuevo sistema procesal penal en nuestro país. Junto con la instalación formal de la reforma procesal en la región, nuevos actores e instituciones comenzaron a ser parte de la justicia penal: los tribunales de garantía, el tribunal de juicio oral en lo penal, la Fiscalía y, por supuesto ,nuestra Defensoría Penal Pública. 

En aquel 2001, la Defensoría tuvo solo 160 causas, pasando a mil 894 durante 2002. Hoy, la Defensoría tiene un ingreso que, en los últimos años, gira en torno a las 7 mil 500 causas, asumidas por 16 defensores penales públicos (institucionales, licitados y un defensor penal juvenil). 

Durante el presente año tuvimos un nuevo proceso de licitación de defensa penal en Atacama donde, en un proceso concursal transparente, público y moderno, renovamos la totalidad de los contratos de licitación, que nos aseguran cobertura hasta 2017. 

Hoy contamos con oficinas en Diego de Almagro, Chañaral, Copiapó y Vallenar y pronto esperamos estrenar una oficina de atención de público en Caldera, para de esa forma poder llegar a todos los lugares de nuestra Región de Atacama.   

Desde el año pasado hemos llevado adelante un trabajo centrado en un plan estratégico trianual en la región, que tiene por objetivo prioritario mejorar el servicio, modificando las áreas estratégicas de gestión, que son las unidades de Estudios, de Comunicaciones y Administrativa, potenciando además las defensorías locales, de manera que nuestro trabajo sea cada vez más profesional y eficiente.

Asimismo, este año nuestra Defensoría Penal Pública obtuvo el Premio Anual a la Excelencia Institucional de manos de la Presidenta de la República, lo que vino a reconocer la labor de funcionarios y funcionarias comprometidos, que mantienen intacta la mística original que nos vio nacer como institución.  

Los desafíos que presenta una sociedad como la chilena, en permanente desarrollo y evolución, nos han llevado, de manera pionera, a comprender la relevancia de la diversidad y el necesario enfoque en los derechos fundamentales que requiere el trabajo con los diversos grupos que conforman nuestra sociedad.

Así, hemos desarrollado el Proyecto Inocentes, un trabajo que pretende demostrar las falencias del sistema y enmendarlas. Asímismo, hemos emprendido líneas de defensa penal especializada que son reconocidas nacional e internacionalmente, como la defensa penal adolescente, la defensa penal de migrantes, de pueblos originarios, el enfoque de género, la defensa penitenciaria, el enfoque en los grupos LGTBI, entre otros, lo que se traduce en que los grupos más vulnerables socialmente tengan acceso real a una justicia para todas y todos, con una defensa penal que escuche, comprenda y represente efectivamente a todas las personas. 

En este sentido, en 2015 esperamos contar con un equipo de defensa penitenciaria en Atacama, que ejerza defensa de las mujeres y hombres condenados y que se encuentran cumpliendo sus penas en las cárceles de la región, con múltiples necesidades y complejidades.  

Como defensores penales públicos estamos orgullosos de lo que hemos hecho en estos trece años en nuestra región, pero sin duda el desafío para una institución como la nuestra, y sobre todo nuestro compromiso con las personas que defendemos, hoy es mayor y más exigente.

Y puedo señalar que estamos en condiciones de asumirlo, con la absoluta convicción de que nuestro trabajo es esencial dentro de un estado de derecho democrático, porque el eje de nuestro trabajo de defensa son las personas, las más estigmatizadas, las más vulnerables de la sociedad, aquellas que la mayoría de las veces son dejadas solas en el tránsito de un proceso penal y que en muchas ocasiones sólo cuentan con su defensor o defensora. Porque, sin lugar a dudas, "Sin defensa no hay justicia". 

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