Sala de Prensa

30/08/2016

Columna de opinión:

El mito de la delincuencia juvenil

El siguiente articulo, escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, fue publicado por diario El Centro de Talca el martes 30 de agosto de 2016.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

Por José Luis Craig M.,
Defensor Regional del  Maule.

En circunstancias en que, lamentablemente, está una vez más en la palestra el mal funcionamiento del Servicio Nacional de Menores (Sename), a raíz de las numerosas muertes de menores en sus centros y con todo el mundo preocupado por lo que realmente importa, que es la condición en que el Estado de Chile mantiene a menores vulnerables y vulnerados, no puedo dejar pasar un dato que fue informado a nivel nacional por el Ministerio Público, concretamente por Rolando Melo (ex director del Sename), actual director de la Unidad de Responsabilidad Penal Adolescente de la Fiscalía Nacional.

Efectivamente, el día 26 de agosto de 2016, en un diario de circulación nacional, apareció un dato relevantísimo, pero que nadie comenta mayormente. Un dato que es completamente ajustado a lo que la Defensoría Penal Pública ha venido majaderamente señalando en los foros jurídicos y en el Congreso Nacional, a la hora de defender el modelo establecido por la Ley N° 20.084, que establece en Chile un modelo de responsabilidad de los adolescentes infractores de la ley penal. 

En fin, un dato que puede venir a cambiar el rumbo de las políticas públicas en el sector, que se han caracterizado por el favorecimiento de leyes que parten de una premisa equivocada, cual es que la delincuencia juvenil está disparada o ha aumentado en términos alarmantes.

Lo anterior es sólo un mito, puesto que el señor Melo señaló claramente que los ingresos al sistema penal adolescente desde 2007 a la fecha han disminuido. Sí, leyó bien, DISMINUIDO en un nada despreciable 36 por ciento.

Las razones de ello aún no las conocemos, pero podemos avanzar en desentrañarlas: difícilmente se trate de un factor demográfico, puesto que si bien la población chilena envejece, todavía no podemos señalar ni constatar que no existen adolescentes en las calles. La falta de denuncia es otra alternativa, pero con los planes y programas implementados por el Gobierno y las policías, que facilitan a más no poder las denuncias, sean o no fundadas -pero es otro tema-, más el empoderamiento ciudadano, más el auge de las redes sociales, yo lo descartaría de plano.

Lo único que nos queda, entonces, pese a que ello no será una buena noticia para muchos grupos de presión, es que la delincuencia juvenil no avanza, y lo que es mejor, retrocede. De hecho, en el Maule desde 2012 a 2015, en términos brutos, el número de adolescentes maulinos involucrados en un ilícito cayó en un 7,6 por ciento, según datos estadísticos de nuestra institución.

Ojalá dejemos, en temas tan sensibles como la libertad de las personas, de legislar y opinar sin apego a los datos irrefutables, puesto que sólo basados en la ciencia, en los datos empíricos, en números sólidos, no en apreciaciones o sensaciones, se pueden generar políticas públicas que tengan un real impacto para la gente y no sean meros gestos populistas hacia la galería, poco y mal informada.

  • subir
  • imprimir
  • volver