Sala de Prensa

20/08/2020

Pasó un año en prisión preventiva

Absuelven a mujer imputada en primer juicio oral semipresencial en Punta Arenas

Los otros cinco acusados fueron condenados, tres de ellos por microtráfico y los otros dos por tráfico de drogas. El juicio se efectuó con estricto apego a los protocolos sanitarios vigentes.

Por Héctor Martínez Díaz,
Defensoría Regional de Magallanes y Antártica Chilena.

En el primer juicio semipresencial que se desarrolla en Punta Arenas desde el inicio de la crisis sanitaria, la sala del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Punta Arenas -integrada por los magistrados Jovita Soto Maldonado (presidenta), Jaime Rubén Álvarez Astete y Julio Álvarez Toro- resolvió absolver a una mujer que había sido acusada de tráfico ilícito de drogas, por estimar que no se logró acreditar suficientemente su participación en el delito que se le imputaba. 

El tribunal condenó a otros cinco acusados, tres de ellos como autores de microtráfico de drogas y los otros dos como autores de tráfico de drogas.

El juicio tuvi importancia para la Defensoría Regional de Magallanes, no sólo porque cuatro de los seis acusados fueron representados por defensores públicos, sino también porque fue el primero de tipo semipresencial que se realiza desde que comenzó la pandemia de Coronavirus. 

PROTOCOLOS SANITARIOS
Por lo mismo, el tribunal oral puso en práctica el protocolo de distanciamiento social y otras medidas sanitarias en la sala de audiencia. Dada la cantidad de imputados y defensores presentes, cinco y cuatro respectivamente, se habilitaron dos salas de audiencia. 

Un sexto imputado participó a través de videoconferencia desde la cárcel, luego que su defensor debiera litigar desde su oficina, por pertenecer a un grupo de mayor riesgo sanitario, lo que le impidió estar presente en el tribunal. 

En el caso de los jueces, dos de ellos también eran parte de los grupos de riesgo, de modo que siguiendo el protocolo sanitario de la Corte Suprema, participaron en la audiencia desde sus despachos en el tribunal, mientras que el tercero lo hizo desde su domicilio particular.

La Defensora Regional, Gustava Aguilar, valoró la realización del juicio: “Los defensores públicos pudieron estar en su mayoría junto a sus imputados, la prueba en su totalidad se rindió en la propia sala del tribunal. Hubo mayor inmediación y posibilidad de contrarrestar la prueba que si se hubiera efectuado el juicio por vía remota”, señaló.  

El defensor local jefe de Punta Arenas, Ramón Bórquez, quien representó a la única persona que resultó absuelta, destacó que lo esencial del juicio se desarrollara de manera presencial y no remota, pues de lo contrario se vulnerarían las garantías y el derecho a defensa de los imputados.

“Los imputados estuvieron de acuerdo en hacer el juicio, pero exigieron que fuera semipresencial, lo que implicó la presencia de defensores e imputados de forma cercana, lo que se hizo con las debidas medidas sanitarias como separación con acrílico, dispensadores de alcohol gel, uso de mascarillas, distanciamiento físico y en dos salas distintas del tribunal oral, justamente para resguardar las distancias, porque eran varios imputados y cuatro defensores presentes, más los funcionarios de Gendarmería y en la sala no podía haber más de diez personas”, explicó.

También destacó que la semi presencialidad implicó que los testigos comparecieran en la sala de audiencia y no por video conferencia y que se pudiera contra interrogarlos presencialmente. De paso, elogió la dedicación de los funcionarios del tribunal para contar con las medidas sanitarias y de seguridad adecuadas.


DIFICULTADES Y SUGERENCIAS  
El defensor local jefe advirtió que si bien nunca perdieron conexión ni se cayó el sistema, "sí existe  una dificultad en litigar a través del sistema de cámaras o de video conferencia. Sobre todo en este caso, donde había dos grupos de defensores separados en distintas salas".

Por lo mismo, sugirió que los juicios orales en que participen muchos intervinientes se realicen en un espacio más amplio, como el gimnasio de una escuela o un centro de eventos, para que todos los intervinientes estén juntos en una sola sala.

"Cuando intervenían colegas de otra sala el audio era muy bajo. Había rebote o demora en el audio. Sobre todo cuando uno hacia una objeción, ésta se escuchaba unos segundos después, cuando el testigo ya había empezado a contestar la pregunta objetada”, recordó Bórquez.

Similar inquietud expresó el defensor público Pablo Santander, quien en general evalúo bien el desarrollo del juicio semipresencial. “Solamente advertí algunas dificultades en el desfase del sonido. Cuando uno objetaba algunas preguntas que efectuaba el fiscal de manera sugestiva, se escuchaba con desfase en una sala distinta y la persona ya había contestado”, comentó.

ABSOLUCIÓN
Respecto del resultado del juicio, Ramón Bórquez explicó que en febrero pasado asumió la representación de la mujer, que antes tenía abogado privado. “Ella siempre sostuvo su inocencia. En dos ocasiones pedimos que le cambiaran la prisión por arresto domiciliario, en marzo y mayo, pero en ambas ocasiones nos fue rechazado y apelamos a la Corte de Apelaciones, que confirmó la decisión de mantenerla privada de libertad”, sostuvo.

“Lo desagradable es que esta causa viene desarrollándose desde agosto del año pasado y mi representada cumplió poco más de un año privada de su libertad. Pero lo bueno es resaltar el hecho de que finalmente, al término de este juicio, que se extendió por más de dos semanas, finalmente se logró lo que pedía nuestra parte, que era la declaración de absolución, y ella pudo recuperar su libertad”, concluyó el defensor local jefe.

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