Sala de Prensa

02/11/2020

Encuentro por videoconferencia

Profesionales de la Defensoría del Biobío dialogaron con futuras madres privadas de libertad

Las dos mujeres embarazadas que permanecen en la unidad de lactantes del complejo penitenciario Concepción resolvieron dudas respecto de sus causas y dieron cuenta de las necesidades aún no resueltas en el centro de reclusión femenino.

Por Victoria Haquin V.,
Defensoría Regional del Biobío.

A causa de la pandemia de Covid-19 y tras gestiones realizadas por la Defensoría Regional del Biobío, actualmente no existen mujeres privadas de libertad con hijos lactantes al interior del complejo penitenciario Biobío, aunque sí permanecen en esa unidad dos mujeres embarazadas, quienes dialogaron con la abogada Maria Cristina Melgarejo, de la unidad regional de Estudios de la Defensoría, y el trabajador social Felipe Norambuena, de la Unidad de Apoyo a la Gestión del Defensa (UAGD).

A través de una videoconferencia, ambos profesionales pudieron conversar con las futuras madres internas y conocer cuáles son los problemas que enfrentan y las inquietudes que tienen en torno a sus respectivas causas.

Para Felipe Norambuena, actividades como estas cobran mayor relevancia en el actual contexto de pandemia, ya que “la distancia física con sus familiares y otras personas hacen difícil la pesquisa de necesidades o dificultades que se puedan encontrar viviendo, así como también hace aún más complejo y duro su paso por el sistema privativo de libertad”, explicó

AVANCES Y DIFICULTADES
Durante el encuentro las mujeres destacaron su buena relación general con los funcionarios de Gendarmería y la entrega de los útiles de aseo que necesitan (a excepción de alcohol gel). No obstante, mencionaron algunos puntos que deben trabajarse, principalmente por tratarse de una unidad que alberga niños y mujeres embarazadas.

Entre las principales falencias señalaron la falta de calefacción y agua caliente en el módulo de lactantes, que no se les brinda toda la alimentación adecuada y que no han recibido orientación ni educación en habilidades maternales, cuestión que fue solicitada por ellas.

Según el trabajador social, las mujeres privadas de libertad se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad, debido a que muchas de ellas pierden o ven significativamente disminuidas sus redes de apoyo, lo que las puede hacer más vulnerables dentro del sistema penal y penitenciario. 

“Como unidad de Estudios y como defensa especializada en materia de género, sentimos que es relevante continuar desarrollando de forma sistemática esta labor y brindar espacios de permanente diálogo con las internas, con sus familias y con todos los actores del sistema penal”, concluyó.

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