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22/04/2021

La actividad fue dirigida por el defensor público juvenil Rodrigo Cabezas

Profesores y docentes de liceo técnico de Rancagua analizaron la labor de la Defensoría y la responsabilidad penal juvenil

Durante el encuentro, el abogado analizó las características del desarrollo sico social de los adolescentes y cómo ello influye en los jóvenes infractores.

Por Andrea Contreras Márquez,
Defensoría regional de O'Higgins.

Más de 20 profesores y docentes del liceo técnico "Santa Clara" de Rancagua se dieron cita virtual para participar en un conversatorio sobre los elementos que influyen en las conductas ilícitas de los adolescentes que sanciona la justicia penal.

A cargo del defensor juvenil Rodrigo Cabezas, la conversación se inició explicando la morfología cerebral de en joven que se encuentra en desarrollo, lo cual -desde el punto de vista orgánico- ya da cuenta de que la justicia aplicada a adolescentes no puede ser igual que la de los adultos.

Tal visión fue ratificada por una de las docentes, de profesión enfermera, quien explicó que si a esa condición se suman los elementos exógenos de los adolescentes vulnerables -tales como alimentación deficiente, bajo desarrollo emocional y escasa contención familiar, entre otros–, se explican muchas de las conductas ilícitas cometidas por menores de 18 años.

A partir de ello, se desarrolló también entre los presentes la idea de la justicia restaurativa y cómo coinciden con la política pública de apoyar y encausar el desarrollo de los jóvenes que se ven involucrados en actos ilícitos, por cuanto es preferible la respuesta que tendrán ante esta nueva posibilidad de enmendar su camino, en vez de recibir una sanción punitiva que los aparte del desarrollo socioemocional normal de las personas.

APOYO Y PROTECCIÓN
Rodrigo Cabezas también puso énfasis en la importancia de los establecimientos educacionales como centros de apoyo y protección de los adolescentes, quienes encuentran ahí los afectos y la preocupación de adultos responsables. Según el defensor público, las estadísticas señalan que más del 80 por ciento de los menores que pasan por el sistema penal han abandonado la escolaridad.

Cabezas finalmente agradeció el espacio de diálogo y el interés de los profesores y docentes del liceo técnico por entender el fenómeno de la delincuencia juvenil, en vez de condenar a priori las complicadas reacciones que puede tener el grupo etario con el que trabajan.

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