Sala de Prensa

18/07/2023

A propósito del caso de la pastora aymara Gabriela Blas, condenada por extraviar a su hijo en el altiplano

Defensor Regional de Arica y Parinacota profundizó en la importancia del acceso a la justicia sin exclusión

Sergio Zenteno participó como expositor en el seminario “Derechos humanos de las mujeres indígenas y protección especial de la niñez y adolescencia indígena”, organizado en conjunto con la Universidad de Tarapacá.

Por Andrea González S.,
Defensoría Nacional.

El pasado 29 de junio, el Defensor Regional de Arica y Parinacota, Sergio Zenteno, participó como expositor en el seminario “Derechos humanos de las mujeres indígenas y protección especial de la niñez y adolescencia indígena”, encuentro en que el abogado profundizó sobre los alcances del acceso a la justicia como un derecho que debe ser igualitario para todas las personas, sin distinción.

En su intervención, la máxima autoridad de la defensa pública regional analizó el caso de la pastora aymara Gabriela Blas Blas -condenada por extraviar a su hijo en el altiplano- sobre la base de la cosmovisión aymara y el etnocentrismo judicial, contexto en que detalló la teoría de su defensa sobre la base de argumentos jurídicos nacionales e internacionales.

En la misma línea, Zenteno reiteró la necesidad de promover el acceso a la justicia de las personas migrantes en Chile, lo que contempla, entre otras cosas, un trato digno, igualitario y no discriminatorio.

En ese sentido, apuntó que hasta hace algunos años, en la región hubo una serie de peritajes realizados por el Servicio Médico Legal y Gendarmería –respecto de libertades condicionales o vigiladas- en los cuales no se consideraron componentes interculturales, por lo que la Defensoría Penal Pública comenzó a trabajar para tomar en cuenta, en casos como los de Gabriela Blas, la cosmovisión de las personas indígenas.

"NO SE TOMÓ EN CUENTA SU COSMOVISIÓN"
Sergio Zenteno agregó que “al momento del juzgamiento de Gabriela Blas no se tomó en cuenta su cosmovisión” y mencionó que entre los pilares fundamentales de la defensa pública de la joven aymara estaba la acreditación de su calidad indígena “emitida por la Conadi. Por lo tanto, en virtud de lo dispuesto en el Convenio 169 de la OIT, debería ser juzgada bajo los parámetros de ese convenio”.

Otro de los sustentos que presentó la defensa pública en este caso “es que se trataba de una mujer aymara en situación de vulnerabilidad y eso era relevante, porque efectivamente respecto de ella se daban una serie de situaciones que la hacían bastante vulnerable respecto de terceros, de cómo ella podía enfrentar conflictos y uno tan grande como podía ser la pérdida de su hijo en el altiplano. En este sentido, como Defensoría Penal Pública trabajamos para poder sustentar este aspecto e incluso pedimos estudios psicológicos para los efectos de acreditar dichos aspectos", explicó.

Por último, el Defensor Regional recalcó que en el caso de Gabriela Blas “tuvimos que sacar lecciones, no solamente la Defensoría, sino también la Fiscalía, Carabineros y los mismos tribunales, lo que llevó que tuviéramos que resarcir todo lo que ella sufrió”.

“Para ello, como Defensoría nos hicimos cargo y levantamos oficinas de defensa indígena y aymara. Incluso, en nuestra región se instaló la primera oficina aymara de todo el norte del país y hoy contamos con cinco defensores especializados en la línea de defensa indígena y tenemos no sólo un trabajo con Conadi y con las universidades, sino que también con la comunidad y con dirigentes aymaras, para poder empoderarlos, porque precisamente lo que nos faltó en la causa de Gabriela Blas fue haber podido tener un mayor involucramiento con las comunidades, con los dirigentes, con el objeto -por ejemplo- de mostrar a los tribunales que pastorear con los hijos es un hecho común en el altiplano chileno”.

“Por todo ello, es importante que todos los actores del sistema de justicia se pongan los anteojos de la cosmovisión y puedan juzgar con esa perspectiva”, finalizó Zenteno.

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