Sala de Prensa

29/08/2023

Profesionales dependientes de la Defensoría Regional de Valparaíso visitaron el penal

Equipo de defensa penitenciaria sostuvo diálogo participativo con internos de la cárcel de Quillota

A partir de tres preguntas que sirvieron para abrir la conversación, los internos evaluaron positivamente el trabajo de su defensor penitenciario, plantearon espacios de mejora para la atención que reciben y comentaron los principales problemas que enfrentan en su encierro.

El defensor penitenciario Humberto Romero, la trabajadora social Marcia Peña, encargada de la Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa (UAGD) de la Defensoría Regional de Valparaíso, y el coordinador regional de defensa penitenciaria, Humberto Ramírez, sostuvieron el pasado lunes un diálogo participativo con 20 personas privadas de libertad en el complejo penitenciario de Quillota.

La actividad se dividió en dos partes. Primero se desarrolló un diálogo con los internos, a quienes se les plantearon tres preguntas generales, con la finalidad de abrir la conversación: ¿Cómo evalúa usted su experiencia con la defensa pública penitenciaria?, ¿en qué siente que podemos mejorar? y ¿cuáles son los mayores problemas que tiene usted durante su privación de libertad?

EVALUACIÓN Y MEJORA
Tras evaluar positivamente la labor de Humberto Romero como defensor penitenciario asignado a ese centro penitenciario, los internos señalaron que contar con mayor acompañamiento en sus procesos de reinserción es el más importante de los aspectos a mejorar en la atención que reciben.

También hicieron hincapié en diversas problemáticas que viven a diario durante su encierro, como la habitabilidad del recinto -afectado por una plaga de insectos-, el tipo de alimentación y su calidad, como también la dificultad que observan para poder optar a permisos de salida y a talleres de intervención que promuevan su reinserción.

Otros problemas mencionados por ellos fueron la baja frecuencia de las visitas, problemas en la recepción de las encomiendas y. sobre todo, la escasez de mesas y sillas para las visitas, lo que suele generar conflictos entre ellos.

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